gestión de residuos agrícolas

3 sistemas de tratamiento de residuos sólidos urbanos más usados

En las zonas urbanas se generan cada día grandes cantidades de residuos, y aunque se trata de sustancias no peligrosas, es importante llevar a cabo un correcto tratamiento de residuos sólidos para no perjudicar al medio ambiente.

Estos desechos se producen diariamente en los hogares, empresas, oficinas y comercios y son fruto de la actividad diaria de las personas. Al tratarse de residuos generados por la actividad normal de cualquier persona en su rutina habitual, hablamos de materiales que están muy presentes en nuestro día a día, como la materia orgánica, el papel y cartón, el plástico o el vidrio.

En España, cada persona produce alrededor de 1kg de residuos diarios, por lo que, sin un tratamiento de residuos sólidos adecuado, esta cantidad de desechos podría tener efectos muy nocivos para el medio ambiente.

Pero generar residuos es algo inherente a la vida de las personas, es decir, aunque nos esforzásemos por producir menos residuos, resultaría prácticamente imposible dejar de hacerlo, por lo que un adecuado tratamiento de residuos sólidos es la única solución para evitar que todo lo que generamos acabe deteriorando el medio ambiente.

 

Tratamiento de residuos sólidos

El tratamiento de residuos sólidos urbanos consiste tanto en la recogida general de estos residuos en contenedores de basura, como en la recogida selectiva de los residuos separados en contenedores de reciclaje.

Una vez se recogen los residuos, se llevan hasta las plantas de selección donde se le da un tratamiento concreto a cada tipo de residuo. Con el tratamiento de residuos sólidos, la materia orgánica se puede volver a utilizar como abono a través del compostaje. Y a través de algunos sistemas como la incineración, también es posible reducir el volumen de residuos y obtener importantes cantidades de energía.

Los escombros producidos en las viviendas, comercios, etc., también se incluyen dentro de los residuos urbanos, y por lo tanto, también requieren un manejo de residuos sólidos adecuado. Y es que los escombros se deben depositar en vertederos controlados y con el acondicionamiento necesario para que los residuos no supongan un daño para el medio ambiente o para la salud pública.

El tratamiento de residuos sólidos tiene como fin recuperar sustancias y materiales valorizables, facilitar la utilización de estos residuos como fuente de energía y preparar los residuos para su tratamiento final. Y es que muchos de los desechos que generamos diariamente están formados por materiales a los que se les puede dar una segunda vida, por lo que el tratamiento de residuos sólidos se convierte en un factor clave para mantener una economía circular.

Pero además de encontrar materiales reutilizables, gracias a los sistemas de tratamiento de residuos sólidos también es posible obtener algo tan valioso para la sociedad como la energía o el combustible. 

 

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Principales sistemas de tratamiento de residuos sólidos urbanos

Aunque existen muchos sistemas de tratamiento de residuos sólidos, los principales y más utilizados son la incineración, el vertido controlado, la pirólisis y la biometanización.

La incineración consiste, como bien su nombre indica, en incinerar los residuos, es decir, en destruirlos térmicamente hasta transformarlos en gases de combustión o productos como la ceniza. Contando con plantas especializadas es posible obtener grandes cantidades de energía a partir de los residuos incinerados, lo que hace que este sistema de tratamiento de residuos sólidos sea uno de los más utilizados por algunos países en el norte de Europa.

Sin embargo, en la mayoría de los países, el sistema de tratamiento de residuos sólidos más utilizado es el de vertido controlado en vertederos. Para evitar que los residuos contaminen el terreno o las aguas cercanas, es necesaria una buena gestión del vertedero y un buen diseño del mismo. Los vertederos pueden ser subterráneos o situarse en una superficie. Es común que para ello se utilicen canteras o minas abandonadas, pero, de cualquier manera, deben ser lugares estudiados y controlados para que la repercusión que tengan los residuos en el medio ambiente sea mínima.

Otro de los sistemas de tratamiento de residuos sólidos más utilizados es la pirólisis. Se trata de un sistema en el que los residuos son sometidos a un tratamiento térmico en un contenedor sellado a alta presión. Lo que hace destacar a este sistema de tratamiento de residuos sólidos urbanos es que su efectividad es mayor que la de la incineración, ya que con la pirólisis se consiguen cantidades de energía mucho mayores. La degradación térmica de los residuos se hace con una cantidad de oxígeno muy limitada, y tiene como resultado gases, líquidos y materiales inertes.

Otros sistemas de tratamiento de residuos sólidos menos utilizados son el compostaje, la recuperación y reciclado de residuos, la biometanización y la gasificación. La biometanización consiste en obtener un biogás de la digestión anaerobia de la fracción orgánica de los residuos, siendo este valorizable como gas renovable para usos residenciales, industriales o de movilidad.

Para que el tratamiento de residuos sólidos sea efectivo, es importante separar adecuadamente los residuos que generamos en los contenedores habilitados para cada tipo de residuo. En definitiva, el tratamiento de residuos sólidos no solo es importante para controlar el efecto que tienen en el medio ambiente los residuos que irremediablemente generamos cada día, sino que también es una forma de poder reutilizar lo que desechamos y obtener beneficios como energía, combustibles o abonos de unos materiales que ya no sirven y que, de otra manera, acabarían contaminando tierras, aire y aguas.

 

subvenciones y ayudas para la gestión de residuos

 

 

 

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