El segundo pilar de la política agrícola común (PAC) es el desarrollo rural, como refuerzo a su primer pilar, apoyo a la renta y medidas de mercado mediante la mejora de la sostenibilidad social, medioambiental y económica de las zonas rurales.
Los objetivos en los que se centra la PAC para contribuir al desarrollo rural a largo plazo son:
- Aumentar la competitividad de la agricultura y silvicultura.
- Garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales y la acción por el clima.
- Lograr un desarrollo territorial equilibrado de las economías y las comunidades rurales, incluyendo la creación y conservación del empleo.
La contribución de la PAC a los objetivos de desarrollo rural de la UE está respaldada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), con un presupuesto para el período 2021-2027 de 95.500 millones de euros, lo que incluye una inyección de 8.100 millones de euros de Next Generation EU.
En España, el Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) contiene las intervenciones para alcanzar los objetivos de esta política y la ambición del Pacto Verde Europeo.
A través de su aplicación se busca responder a las necesidades económicas, sociales y medioambientales del sector mediante una agricultura inteligente, sostenible y competitiva.
Entre las medidas de desarrollo rural que plantea el PEPAC se encuentran las medidas de carácter ambiental: medidas agroambientales, inversiones de carácter no productivo, ayudas a zonas con limitaciones naturales u otras limitaciones específicas, ayudas a zonas con desventajas específicas (como la Red Natura 2000).
También destacan las medidas de apoyo a la instalación de jóvenes, las inversiones en explotaciones, las estrategias de desarrollo local (LEADER) y las medidas de cooperación, asesoramiento y formación.
Todas estas medidas pretenden contribuir al desarrollo territorial equilibrado, a través de la creación de empleo y la mejora de las condiciones de vida en las comunidades rurales.
Objetivos de la política agrícola común
La PAC nace en 1962, en un entorno económico de escasez alimentaria tras la Segunda Guerra Mundial, con una finalidad intervencionista y productivista a fin de garantizar el abastecimiento a la sociedad de alimentos a precios asequibles, así como asegurar un nivel de vida equitativo a la población agraria.
De este modo, los objetivos de la PAC se centraron en:
- Apoyar a los agricultores y mejorar la productividad agrícola, asegurando un suministro estable de alimentos asequibles.
- Garantizar a los agricultores de la Unión Europea un nivel de vida razonable.
- Contribuir a la lucha contra el cambio climático y la gestión sostenible de los recursos naturales.
- Conservar los paisajes y zonas rurales de toda la UE.
- Mantener viva la economía rural, impulsando el empleo en la agricultura, las industrias agroalimentarias y los sectores asociados.
Desde el momento de su creación, la PAC ha sufrido varias reformas para adaptarse a los cambios estructurales y coyunturales, así como a las necesidades y exigencias de la sociedad.
La nueva reforma PAC 2023-2027 conserva los elementos esenciales de la PAC del 2013 e introduce un cambio profundo en la manera en la que deben diseñarse sus instrumentos.
Con ello, la PAC pasa de ser una política basada en la descripción de los requisitos que deben cumplir los beneficiarios finales de las ayudas a una política orientada a la consecución de resultados concretos, vinculados a tres objetivos generales:
- El fomento de un sector agrícola inteligente, resistente y diversificado que garantice la seguridad alimentaria.
- La intensificación del cuidado del medio ambiente y la acción por el clima (contribuyendo a alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales de la UE).
- El fortalecimiento del tejido socioeconómico de las zonas rurales.
Programas de desarrollo rural
Los países de la UE ejecutan la financiación del Feader a través de programas de desarrollo rural (PDR).
Estos programas están cofinanciados por los presupuestos nacionales y pueden elaborarse a escala nacional o regional.
La Comisión Europea aprueba y supervisa los PDR, pero las decisiones relativas a la selección de proyectos y concesión de pagos se toman en instancias nacionales o regionales.
Ahora bien, cada PDR debe trabajar en favor de al menos cuatro de las prioridades del Feader:
- Promover la transferencia de conocimientos y la innovación en el sector agrícola y el sector silvícola y en las zonas rurales.
- Mejorar la viabilidad y la competitividad de todos los tipos de agricultura y promover las tecnologías agrícolas innovadoras y la gestión sostenible de los bosques.
- Promover la organización de la cadena alimentaria, el bienestar de los animales y la gestión de riesgos en la agricultura.
- Promover la eficiencia de los recursos y alentar el paso a una economía hipocarbónica y capaz de adaptarse a los cambios climáticos en el sector agrícola, el de los alimentos y el forestal.
- Restaurar, preservar y mejorar los ecosistemas relacionados con la agricultura y la silvicultura.
- Fomentar la inclusión social, la reducción de la pobreza y el desarrollo económico en las zonas rurales.
Así, cada PDR debe destinar al menos el 30% de la financiación a medidas relacionadas con el medio ambiente y el cambio climático, y un 5% a medidas basadas en el enfoque Leader / Desarrollo Local Participativo.
Los PDR también deben apoyar la iniciativa de los pueblos inteligentes, que intenta ofrecer un conjunto de herramientas versátiles para fomentar, posibilitar y ampliar la innovación en las zonas rurales de toda Europa, atendiendo a los desafíos comunes que se plantean a sus residentes.
Para todo este desarrollo, el Feader funciona como fuente de préstamos, microcréditos, garantías y acciones para beneficiarios de los sectores de la agricultura y la silvicultura, y de las zonas rurales que emprendan proyectos financieramente viables en apoyo de las prioridades del Feader.
La Red Europea de Desarrollo Rural (REDR) actúa a modo de centro de intercambio de información sobre la aplicación práctica de las políticas, programas, proyectos y demás iniciativas de desarrollo rural, como apoyo para la ejecución efectiva de los PDR.
Ecorregímenes para fomentar una agricultura más sostenible
Una de las principales novedades de la nueva PAC son los ecorregímenes, que forman parte de la denominada arquitectura verde que pretende fomentar una agricultura más sostenible.
Los ecorregímenes son regímenes voluntarios para el agricultor, consistentes en prácticas en favor del clima y el medio ambiente, las cuales van más allá de la línea de base (condicionalidad reforzada).
En España se han establecido nueve ecorregímenes, para los que el agricultor o ganadero decidirá para qué parcelas de su explotación los solicita y bajo qué prácticas justifica su relación.
Por la adscripción voluntaria a estas prácticas, el agricultor recibiría una serie de ayudas que parten de una dotación presupuestaria anual de 1.100 millones de euros (aproximadamente el 23% del presupuesto PAC en ayudas directas).
En definitiva, estas prácticas sostenibles en su terreno elevarán la cuantía de las ayudas que perciba en la PAC del 2023 y contribuirán a una agricultura o ganadería más sostenible.