Opciones para un aprovechamiento energético de residuos sólidos urbanos

Cada día se generan toneladas de residuos en las zonas urbanas que deben ser gestionados de forma que produzcan el menor daño posible al medioambiente.

Estos residuos lo producimos en nuestras actividades rutinarias, dentro del hogar, empresas, oficinas o comercios y su gestión debe estar recogida dentro de un plan de gestión de residuos urbanos sostenible.

Este plan de gestión tiene que incluir las etapas de reciclado y recuperación de material, pero también debe dar alternativas para la valorización energética y material de la fracción de rechazo que acaba en los vertederos.

El depósito en vertedero de estos residuos sólidos urbanos (RSU) supone un problema medioambiental por el riesgo de contaminación de suelos y del agua, así como por la emisión de gases de efecto invernadero. Además, el espacio en estos vertederos resulta insuficiente para la gran cantidad de residuos que se generan y hay un rechazo social hacia este tipo de gestión de los RSU.

Este problema afecta en mayor medida a los países del Sur de Europa, ya que los países del norte minimizan el depósito en vertedero al realizar la digestión anaerobia, el compostaje y la incineración como tratamientos en la gestión de los residuos urbanos.

Así, los datos indican que se depositan en vertedero el 31% de los RSU que se producen en la Unión Europea, aunque el porcentaje varía entre países. Alemania, Bélgica o Suecia presentan un porcentaje prácticamente nulo de depósito en vertedero, mientras que Malta o Rumanía superan el 90%.  En España los valores alcanzan el 60% aunque algunas regiones, como Andalucía, pueden superar el 85%. 

Esta situación lleva a la necesidad de buscar alternativas que permitan disminuir el volumen de los residuos generados y sus consecuencias sobre el medioambiente y la sociedad.

 

La Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos

En la gestión de RSU se llevan a cabo varias fases:

  1. Recogida selectiva de los residuos en contenedores de basura.
  2. Traslado de los residuos a plantas de selección donde se separan las fracciones recuperables de la mezcla de residuo y se preparan para la comercialización. Los materiales no separados se preparan para su tratamiento.
  3. Tratamiento de los residuos sólidos de rechazo según sus características. Los principales son: la incineración, el vertido controlado, la pirólisis y la biometanización. El fin de los tratamientos de los residuos sólidos es recuperar sustancias y materiales valorizables.

En España, el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022 recoge los objetivos que hay que alcanzar en la gestión de RSU, en cuanto a reutilización, reciclaje, valorización y eliminación.

En este plan se afirma que, para garantizar el cumplimiento de los objetivos nacionales, las CCAA deberán cumplir como mínimo esos objetivos con los residuos generados en su territorio, salvo que la normativa sectorial establezca criterios específicos de cumplimiento. Y cuando los objetivos afecten a residuos de competencia municipal, las entidades locales pondrán todos los medios a su alcance para el cumplimiento de dichos objetivos. En todo caso, las CCAA en sus planes autonómicos de gestión de residuos podrán establecer la contribución de las entidades locales, de forma independiente o asociada, al cumplimiento de los objetivos aplicables a los residuos de competencia municipal.

Los objetivos que especifica el plan son:

  • En la preparación para la reutilización y reciclado (mínimo):

Haber alcanzado el 50 % de preparación para la reutilización y el reciclado en 2020, de los cuales un 2 % corresponderá a la preparación para la reutilización de residuos textiles, RAEEs, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización.

  • En otro tipo de valorización (incluida la energética):
  • Haber alcanzado el 15%, en el 2020, en la valorización energética de los residuos municipales generados.
  • Limitar la valorización energética a los rechazos procedentes de instalaciones de tratamiento y a materiales no reciclables.
  • Incrementar la valorización energética del material bioestabilizado.
  • En las eliminación de residuos:
  • No depositar en vertederos residuos municipales sin tratar.
  • Haber limitado, en el 2020, el vertido total de los residuos municipales generados al 35%.

El sistema de gestión de residuos debe tener en cuenta los aspectos legales y normativos que se han mencionado, donde la valorización energética puede resultar ventajosa en determinadas situaciones.

 

 

 

 

Sostenibilidad en la gestión de los residuos urbanos

Además del reto de optimizar la gestión de los RSU, la situación actual de escasez de recursos naturales y cambio climático nos lleva a la necesidad de encontrar fuentes de energía alternativas que sustituyan a los combustibles fósiles. Es decir, energías renovables.

La valorización energética constituye una alternativa para generar esta energía renovable que necesitamos, a partir de los RSU.

La obtención de esta energía se lleva a cabo mediante procesos termoquímicos que consisten en someter al residuo biodegradable a la acción de altas temperaturas. Los métodos empleados pueden ser la combustión, gasificación o la pirólisis.

También es posible aplicar procesos bioquímicos de conversión, basados en la acción de microorganismos sobre los residuos, como son la fermentación alcohólica o la digestión anaerobia. Esta última es la que se conoce como biometanización y con ella obtenemos el biogás.

La obtención de biogás a partir de la valorización energética de los RSU es una forma de hacer sostenible la gestión de los residuos. Además de dar tratamiento a estos residuos y generar energía renovable a partir de ellos, tiene la ventaja de tratarse de un sistema económico que permite cumplir con la legislación vigente para la gestión de residuos.

El biogás es un gas versátil cuyos usos en el ámbito doméstico e industrial incluyen la generación de calor (calderas), el uso como combustible o para crear electricidad en el funcionamiento de motores.

Si el biogás es purificado (upgrading), obtenemos el biometano que puede ser inyectado en las redes de gas natural, dando mayor rentabilidad a su generación.

En definitiva, este tipo de valorización energética de los RSU es una alternativa sostenible para su gestión, permitiendo que el proceso siga los principios de la economía circular, resultando rentable y beneficioso para el medioambiente.

En Genia Bioenergy podemos desarrollar todo tipo de proyectos de valorización energética que ayuden a lograr esta sostenibilidad en la gestión de los residuos sólidos urbanos y la transformación energética que necesitamos.

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