Biofertilizantes, aliados de la agricultura sostenible

Biofertilizantes, aliados de la agricultura sostenible

La creciente demanda de productos agrícolas, impulsada por el aumento de la población mundial y el cambio en los patrones de consumo, ha llevado a la intensificación de prácticas agrícolas que, aunque efectivas en el corto plazo, plantean serias preocupaciones respecto a su viabilidad futura y su impacto en el medio ambiente.

En este sentido, la búsqueda de alternativas sostenibles para el mantenimiento y aumento de la productividad agrícola se ha vuelto una prioridad.

Entre las diversas estrategias propuestas figura el uso de biofertilizantes, como alternativa a los fertilizantes químicos sintéticos, por su contribución a la nutrición de las plantas, mejorar la calidad del suelo y, también, por mitigar varios de los problemas ambientales asociados con la agricultura intensiva.

Su capacidad para promover un entorno más saludable y resiliente para el crecimiento de las plantas, sin comprometer la productividad agrícola, los convierte en una pieza clave para el futuro de la agricultura sostenible.

 

Problemas derivados del uso de fertilizantes químicos

El uso intensivo y extendido de fertilizantes químicos ha comenzado a mostrar sus efectos adversos en los ecosistemas naturales, en la salud humana y en la viabilidad a largo plazo de los sistemas agrícolas.

A nivel del suelo, el abuso de estos fertilizantes químicos tiene efectos negativos tales como la alteración de su equilibrio natural y la degradación de su estructura, que conllevan una disminución de la fertilidad a largo plazo.

La salinidad y la acidificación también son problemas comunes en áreas de uso intensivo de estos productos, lo que puede llevar a la esterilización del suelo y, en última instancia, a la desertificación.

Además, el excedente de fertilizantes, ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, puede filtrarse al suelo y a los cuerpos de agua próximos, contaminando sus ecosistemas y los depósitos de agua potable. 

La uniformidad que estos productos promueven en los cultivos no deja espacio para la diversidad biológica, crucial para sistemas agrícolas resilientes y sostenibles. Con la pérdida de especies, tanto de flora como de fauna, se reduce la capacidad de los ecosistemas para responder a enfermedades y al cambio climático.

Además, el uso de fertilizantes químicos contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular la emisión de óxido nitroso, un gas con un potencial de calentamiento global hasta 300 veces mayor que el dióxido de carbono.

Todo un conjunto de problemas derivados del uso de fertilizantes químicos que hacen necesaria la búsqueda de alternativas sostenibles, como los biofertilizantes, capaces de reducir la dependencia de su uso.

 

Los biofertilizantes como alternativa sostenible

Los biofertilizantes son una solución viable y ecológica para la agricultura moderna.

Estos productos se basan en la utilización de microorganismos vivos, como bacterias fijadoras de nitrógeno, hongos micorrícicos y solubilizadores de fósforo, entre otros, que colonizan la rizosfera (la zona del suelo en contacto con las raíces de las plantas) y mejoran la disponibilidad de nutrientes esenciales.

Algunos biofertilizantes también pueden incluir materia orgánica en descomposición, como compost o los digestatos, enriqueciendo así el suelo con una amplia gama de elementos nutritivos.

El empleo de biofertilizantes permite suministrar nutrientes al suelo de manera más equilibrada y sostenible. También se mejora su estructura, aumenta su capacidad de retención de agua y promueve la biodiversidad y actividad de los microorganismos benéficos. 

Esto implica una mejora en la salud del suelo que conduce a un desarrollo más vigoroso de las plantas, con raíces más fuertes y una mayor resistencia a enfermedades y estrés ambiental.

Además, con el uso de biofertilizantes se reduce la huella de carbono de la agricultura y se minimiza la contaminación ambiental.

 

El potencial de los digestatos como biofertilizantes

Dentro del conjunto de biofertilizantes disponibles, los digestatos, subproductos de la digestión anaeróbica de residuos orgánicos, representan un valioso recurso.

Estos son ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Además, contienen una cantidad significativa de materia orgánica, que mejora la estructura del suelo, su capacidad de retención de agua y la actividad microbiana. Unas características que los convierte en un recurso importante para la recuperación de suelos degradados y mejorar la salud general del suelo.

No obstante, la aplicación de los digestatos como biofertilizantes requiere de su tratamiento previo para ajustar los niveles de nutrientes y asegurar un uso seguro y efectivo. Algo que se debe a la variabilidad que pueden presentar en su composición y a la posible presencia de patógenos o contaminantes, dependiendo del tipo de residuo orgánico del que procedan.

En este sentido, el desarrollo de tecnologías para el tratamiento de los digestatos, junto con marcos regulatorios claros que garanticen su calidad y seguridad, son pasos cruciales hacia la integración exitosa de los digestatos en la práctica agrícola sostenible. La cooperación entre investigadores, reguladores y agricultores será esencial para maximizar el potencial de los digestatos como biofertilizantes de alto valor.

 

Retos o desafíos en el uso de los biofertilizantes

A pesar de sus beneficios, la adopción de biofertilizantes enfrenta varios retos o desafíos.

La falta de conocimiento sobre su manejo y aplicación, las dudas sobre su eficacia comparativa y los desafíos logísticos son barreras que aún persisten.

Además, se requiere de marcos regulatorios claros que respalden su uso, especialmente con los digestatos, y promuevan su integración en las prácticas agrícolas convencionales.

Los biofertilizantes representan una herramienta fundamental en el avance hacia una agricultura más sostenible. Su capacidad para mejorar la salud del suelo, aumentar la eficiencia en el uso de recursos y reducir la dependencia de químicos sintéticos los posiciona como aliados clave en la búsqueda de un modelo agrícola respetuoso con el medio ambiente y las personas.

La transición hacia su uso generalizado requerirá de esfuerzos coordinados entre investigadores, agricultores, empresas y políticas, pero los beneficios potenciales justifican estos esfuerzos.

Con el apoyo adecuado, los biofertilizantes pueden desempeñar un papel importante para mantener una productividad agrícola sostenible.

 

El digestato

 

¿Te interesa compartir este contenido?