La influencia de la energía renovable en la empresa cárnica ha hecho que este sector haya evolucionado de manera importante en los últimos años, tanto a nivel de la gestión de sus residuos como del uso de energías limpias en sus procesos. El funcionamiento de una planta de biogás con purines es un buen ejemplo de los cambios que ha experimentado esta industria. Analizamos con detalle la situación actual.
Situación actual del mercado de las energías renovables
Al hablar de la energía renovable en la empresa cárnica, merece la pena señalar que su aplicación no se ciñe solamente a este sector. De hecho, las energías renovables a nivel global representan ya el 67% de la capacidad nueva de energía eléctrica agregada a nivel mundial y han conseguido relegar a los combustibles fósiles a un segundo lugar.
Dentro del mercado de las energías renovables, destaca especialmente la fotovoltaica, que se ha convertido en la fuente principal de energía en países como Australia, la India o Italia. Además, la energía solar ha batido récords como más popular en un gran número de países. También hay que tener en cuenta que la energía eólica y solar representaron más de los dos tercios de la energía renovable de nueva capacidad instalada en el mundo.
Finalmente, merece la pena señalar que la construcción de energía eólica y solar ha pasado de ser patrimonio de las naciones más ricas a ampliarse a países como Chile, Colombia, México y Turquía.
Normativa en energías renovables
La gestión de residuos para la producción de energía renovable en la empresa cárnica debe cumplir con la normativa existente en energías renovables y del tratamiento de la materia orgánica, tanto a nivel europeo como estatal:
- La Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008 potencia la recogida separada de los residuos orgánicos y su tratamiento de manera adecuada para la protección del medio ambiente.
- La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados impulsa que los residuos se traten en instalaciones específicas para evitar que se mezclen
- El Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, regula la eliminación de residuos a través de vertederos
Todas estas normas representan una garantía para que los residuos orgánicos no representen un peligro para el entorno natural. Además, son la pauta legal para la obtención de energía renovable en la empresa cárnica.
Energías renovables para la industria alimenticia
Pensar en la aplicación de energía renovable en la empresa cárnica pasa por elegir entre las diversas opciones que existen hoy en el día en el mercado. Entre ellas, destacamos algunas de las más conocidas, como:
- La energía solar, que se obtiene a partir de la captación de los rayos del sol por paneles fotovoltaicos y colectores térmicos.
- La energía eólica, que se basa en la energía cinética del viento, que captan los aerogeneradores y transforman en electricidad.
- La energía hidráulica, que se basa en la fuerza de las corrientes de agua, y hace posible su almacenamiento
De todos modos, en la industria alimentaria es prioritario el uso de las energías basadas en la gestión de residuos, como la creación de plantas de biogás y el posterior tratamiento de este biocombustible para la generación de biometano. De esta manera, se obtiene energía de manera económica y eficiente, con el plus de valor añadido de lograr una gestión correcta de los residuos, evitando problemas medio ambientales y ahorrando, a la vez, los costes derivados de su eliminación.
Cómo aprovechar la gestión de los residuos de mi industria alimentaria
La gestión de residuos en la industria alimentaria es uno de los retos a los que se enfrentan las empresas del sector, especialmente las pymes que no cuentan con grandes recursos para su proceso correcto de eliminación. Hoy en día, disponemos de varias tecnologías que nos permiten aprovechar los residuos de la industria alimentaria de manera eficiente y sostenible.
Para empezar, las plantas de biogás están diseñadas para tratar la materia orgánica con el doble objetivo de producir energía renovable en la empresa cárnica y abono formado a partir de los restos orgánicos generados en el proceso.
Puedes ampliar información sobre qué residuos son los mejores para obtener biogás en este enlace.
La biometanización es un proceso anaerobio que se produce de manera natural en plantas diseñadas para ello, que cuentan con biodigestores en los que se desarrolla la fermentación. Fruto de este proceso, surge la energía térmica, que puede aprovecharse en las mismas instalaciones de la empresa.
Por otro lado, el compostaje implica la descomposición de la materia orgánica gracias a la población microbiana existente en un medio con oxígeno. De hecho, este juega un papel fundamental en el proceso.
El proceso de compostaje da lugar a tres tipos de fertilizante:
- Compost fresco, en el que la materia orgánica se ha descompuesto, pero no se ha humidificado.
- Compost, que ya está suficientemente maduro para aplicarse a los cultivos
- Compost curado, ya estabilizado por completo
Las características de cada uno de ellos los hacen adecuados para diferentes momentos de los cultivos.
Finalmente, además de con el compostaje y la biometanización, también podemos optimizar los residuos de la industria alimentaria a través de la agricultura circular. Es decir, incluyendo el uso de estos residuos en la cadena agroalimentaria para su reaprovechamiento.
Planta de biogás a través del aprovechamiento de los purines
La creación de una planta de biogás para purines es una opción cada vez más habitual en las grandes explotaciones porcinas y de vacuno. Ya sabemos que esta fuente de energía renovable en la empresa cárnica funciona a partir de la descomposición de diversas sustancias orgánicas, pero merece la pena destacar que los purines son uno de los residuos cuya eliminación resulta más complicada, por su potencial contaminante. En este sentido, usarlos para la generación de biogás ofrece numerosas ventajas.
Los purines son uno de los tipos de materia orgánica más importantes a la hora de fabricar biogás, junto con los estiércoles y las gallinazas. Se trata de una mezcla de excrementos sólidos y líquidos de vacas y cerdos, además de los restos de su alimentación y de las aguas residuales que proceden del lavado de la explotación. Contienen un elevado tanto por ciento de nitrógeno, por lo que tradicionalmente se han usado para elaborar abono y compost.
Cada vez más, las industrias que se dedican a la cría de cerdos y vacas optan por la instalación de una planta de biogás en sus instalaciones con un doble objetivo: gestionar correctamente sus residuos evitando su vertido en la naturaleza y, a la vez, generar energía renovable en la empresa cárnica para el funcionamiento de sus instalaciones e, incluso, la inyección en la red.
La generación de energía renovable en la empresa cárnica a través de la gestión de los purines se convierte, de esta manera, en una de las opciones más positivas para el conjunto de nuestra sociedad, ya que supone la consolidación de las energías limpias necesarias para el cuidado del entorno. Por supuesto, tampoco podemos olvidar los beneficios que representa para estas industrias alimentarias, tanto a nivel de la eliminación de residuos como de la reducción de consumo energético y de costes de eliminación de los restos.