Expectativas para el biogás agroindustrial en 2023

Expectativas para el biometano agroindustrial en 2023

Si hacemos un balance sobre los avances del sector del biogás durante el 2022, podemos verlo como moderadamente positivo.

El país parece haber reaccionado ante el interés que ha despertado este gas renovable y toda su cadena de producción y, por fin, a principios de año, salió publicada la Hoja de Ruta del Biogás.

Una Hoja de Ruta que, no obstante, resulta poco ambiciosa en cuanto a los objetivos a alcanzar para el 2030 en nuestro país: una producción de biogás de 10,4 TWh y una sustitución del consumo de gas por biometano del 1%, muy lejos de los objetivos establecidos desde la Unión Europea y por el resto de los países europeos.

Una estimación a la baja sobre el potencial de producción de biogás y biometano de España que contrasta con las estimaciones que sitúan al país como uno de los tres países de la Unión Europea con mayor potencial de desarrollo de este gas renovable.

Un potencial cuya fuerza radica en el amplio desarrollo del sector agroindustrial del país.

Hacia finales del 2022, sale publicada la Orden TED/1026/2022, de 28 de octubre, por la que se aprueba el procedimiento de gestión del sistema de garantías de origen del gas procedente de fuentes renovables. Una de las grandes demandas del sector del biogás, en el que existen, desde hace diez años, plantas de gas renovable comerciales operando en toda Europa.

Este sistema de garantías de origen de gases renovables permitirá identificar y certificar el origen renovable de gases como el biogás o el hidrógeno, de forma similar a como ocurre con la electricidad renovable.

El avance en estas dos medidas, la Hoja de Ruta y el Sistema de Garantías de Origen, ha transcurrido en un momento geopolítico complicado.

La invasión rusa en Ucrania ha provocado una situación de crisis energética por la dependencia hacia los combustibles fósiles en Europa.

Esta situación ha despertado un mayor interés sobre el biometano como alternativa para garantizar el suministro energético al resto de países de la zona euro, y como elemento clave de la transición energética.

Es por ello que Europa ha puesto en marcha la estrategia REPowerEU, con el objetivo de alcanzar la independencia energética antes de 2030.

Esta estrategia contempla medidas dirigidas al ahorro de energía, la diversificación del suministro de energía y el despliegue acelerado de energías renovables.

Una de estas medidas es la creación del Plan de Acción sobre el biometano y la Alianza Industrial del Biometano para estimular la cadena de valor del gas renovable y lograr una producción de 35 bcm de biometano para 2030, en particular a través de la política agrícola común (PAC).

Con todo esto, en España, el número de plantas de biometano operativas, durante el 2022, ha pasado a ser cinco, mientras se han identificado 2.326 plantas potenciales de producción de biometano distribuidas por todo el territorio nacional.

De estas 2.326 plantas potenciales, unas 1.566 corresponderían a plantas que valorizan residuos agroindustriales, aguas residuales (EDAR) y residuos sólidos urbanos (RSU), según el informe publicado por Sedigas.

¿Qué podemos esperar entonces para el 2023?

 

Capacidad para la producción de biometano agroindustrial

Desde la Asociación Española de Biogás (AEBIG) llevan tiempo promulgando el desarrollo de un modelo de biogás basado en el sector agroindustrial, similar al desarrollado en otros países europeos.

Un modelo en el que, muchas plantas de pequeño y mediano tamaño generan una tupida red de proyectos de producción de energía renovable (biometano, calor o electricidad), se gestionan residuos locales (purines, estiércoles, alperujos, lodos, etc.), se producen biofertilizantes y se minimizan las emisiones de la ganadería y la agricultura.

Todo ello bajo un marco incentivador para este tipo de proyectos, estable y seguro.

El desarrollo del potencial actual de plantas de biometano a partir del sector agroindustrial, EDAR y RSU en España equivaldría, por cada una, a una producción anual estimada de 40 GWh, una inversión estimada de 12 M€, 8 empleos directos y 10 empleos indirectos generados por planta.

Ahora bien, para lograr tal despliegue del biometano agroindustrial durante este 2023 y en los años siguientes, hay una serie de barreras que aún se deben superar.

 

Las barreras que superar

    • El establecimiento de un marco legal y normativo que regule de forma eficaz la actividad relacionada con los gases renovables, especialmente el biometano. La mayoría de las medidas incluidas en la Hoja de Ruta del Biogás todavía están pendientes de ser desarrolladas.
    • Disponer de un acceso competitivo a los residuos.
    • Un marco normativo y fiscal que sea capaz de regular las aplicaciones del biometano respecto a su inyección en la red gasista.
    • Plantear unos objetivos más ambiciosos para el biometano respecto a los que se plantean en la Hoja de Ruta del biogás.
    • La puesta en marcha del Sistema de Garantías de Origen renovable del biometano, que ayude a identificar su carácter renovable, que permita conocer su trazabilidad y el reporting de su uso como energía libre de emisiones.
    • Reducir la complejidad relacionada con la obtención de permisos y la demora en los trámites para conseguirlos.
    • La creación de incentivos específicos de apoyo a la producción, a la inyección en red y consumo del biometano. Recientemente se ha abierto una convocatoria de ayudas para instalaciones de biogás con 150 millones de euros provenientes de los fondos NextGenerationEU. No obstante, en el caso de instalaciones para producción de biometano, esta convocatoria presentaba numerosas limitaciones.
    • Reducción de los impuestos asociados a la generación de biometano existentes, como el impuesto a la producción de energía o de autoconsumo, así como impuestos asociados en el punto de consumo como el de hidrocarburos.
    • Dar solución a la alta dispersión de los residuos utilizados para la producción de biometano que suponen un impacto en los costes logísticos y, por tanto, en el coste de inyección a la red gasista.
    • El establecimiento de mecanismos de apoyo e incentivos específicos para el desarrollo de la tecnología necesaria. El mecanismo de apoyo es necesario para cumplir con las obligaciones RED II y RED III, obtener objetivos en la gestión de residuos y disminuir la dependencia energética.

 

Para conseguir el desarrollo del biometano es necesario, por tanto, la colaboración por parte de las administraciones para el desarrollo de una regulación específica y la unificación y simplificación de los procesos de tramitación, con el objetivo de facilitar y acortar plazos en la tramitación administrativa de las instalaciones de producción de biometano.

Esto, a su vez, permitiría alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos tanto a nivel nacional como europeo.

 

La producción de fertilizantes a partir de digestatos, una oportunidad

Las oportunidades del desarrollo de plantas de biogás y biometano agroindustrial van más allá de la producción de estos gases renovables para su consumo energético o inyección en red.

La gestión de los residuos agroindustriales, como pueden ser los ganaderos, mediante los procesos de digestión anaerobia, permite también el aprovechamiento del digestato generado para la producción de abonos y fertilizantes orgánicos.

Un potencial de aprovechamiento de los residuos que se enmarca dentro del modelo de economía circular.

En España se calcula que una planta estándar de biogás produce entre 20.000 y 50.000 metros cúbicos de digestatos. Si se desarrolla todo el potencial de España para el biogás, el volumen de producción podría llegar a millones de toneladas.

Queda por delante avanzar en estos años, tanto en el desarrollo del biogás y el biometano, como en la relación entre los productores de digestatos y la industria de los fertilizantes.

Esta relación permitirá la aplicación de los conocimientos del mundo de los fertilizantes en las plantas de biogás a la hora de formular los productos, comercializarlos y garantizar su homogeneidad y calidad.

Además, se espera que las normativas cambien, premiando el uso de fertilización orgánica, frente a la inorgánica, y el reciclaje de nutrientes con vistas a una mayor sostenibilidad.

El sector del biogás y biometano experimenta un auge en España con numerosos proyectos en estudio, desarrollo y construcción, y la parte más relevante del potencial de producción se encuentra en el sector agroindustrial.

Desde Genia Bioenergy ponemos a disposición nuestro know-how para el desarrollo y gestión de proyectos de este tipo, que contribuyan a cambiar el modelo energético actual y fomentar el desarrollo de las energías renovables.

 

El digestato

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