Para conseguir alcanzar la neutralidad climática en 2050 hay que contar con los gases renovables.
Estos forman parte de la solución al contribuir al logro de los objetivos propuestos para España de cara al 2030:
- La reducción de emisiones.
- La penetración de las energías renovables a nivel general, pero en especial en el transporte.
- Lograr un sistema eléctrico con, al menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable.
- Mejorar la eficiencia energética disminuyendo el consumo de energía primaria.
Estos objetivos vienen recogidos en la Ley 7/2021, de Cambio Climático y Transición Energética (LCC), que pretende mejorar la eficiencia energética de la economía española y mejorar la intensidad energética primaria anualmente para así reducir la dependencia energética del país.
Impulsando el uso y desarrollo de los gases renovables, la nueva ley busca reducir las emisiones específicas de combustibles que tengan un impacto negativo sobre el medio ambiente, en el sector del transporte aéreo, marítimo y pesado, gracias a la integración de las energías renovables y la fijación, por parte del Gobierno, de los objetivos de suministros alternativos en esta materia.
Por tanto, los gases renovables resultan claves para lograr una economía descarbonizada y alcanzar la neutralidad climática antes de 2050 en España.
El biogás en la defensa del territorio y del desarrollo económico en regiones rurales
El biogás que se genera por medio de la digestión anaerobia de los residuos orgánicos supone un impulso al desarrollo de la economía circular en España, el reto demográfico y la transición energética justa e inclusiva, en especial en el ámbito agropecuario y de residuos municipales.
El aprovechamiento de estos residuos orgánicos para producir el biogás, atendiendo a la jerarquía de gestión de residuos, permite su valorización energética y la obtención de otros productos derivados (digestatos) transformables en enmiendas orgánicas. Con este proceso se consiguen reducir las emisiones de metano, al tiempo que una mejor gestión de estos residuos.
El uso del biogás generado, por su parte, contribuye a la vertebración del territorio y el desarrollo económico en las regiones rurales. Por esto, es importante priorizar el uso directo del biogás en localizaciones cercanas a su producción y, así, favorecer la aparición de sinergias con industrias conexas y su uso en transporte.
Su impacto en el medio rural puede ser un elemento más que contribuya a evitar la despoblación rural y a conseguir los objetivos frente al reto demográfico, favoreciendo la reactivación económica y de empleo de las zonas en proceso de transición.
Por otra parte, el biometano obtenido a partir del biogás (upgrading) puede desplazar gradualmente al gas natural de origen fósil en sus usos habituales, en especial en aquellas aplicaciones intensivas en energía o difícilmente electrificables, como el transporte pesado o la industria intensiva en uso de energía térmica.
Esta sustitución del gas natural permite reducir su importación, algo que, combinado con el uso de otros gases renovables como el hidrógeno, permitirá reducir la dependencia energética de España, mejorando la seguridad en el suministro.
El hidrógeno renovable, impulsor de la transición energética
El hidrógeno renovable o verde es otro de los gases renovables clave para que España pueda alcanzar la neutralidad climática antes del 2050.
Entre sus características destacadas encontramos que:
- Su producción y consumo es 100% neutral y no genera emisiones contaminantes.
- Tiene la capacidad de almacenar energía que puede liberarse gradualmente.
No se trata de una fuente de energía primaria (como el agua, el sol o el viento) sino un vector energético, es decir, un producto que necesita de una aportación energética para ser obtenido.
Retos y oportunidades para el desarrollo del hidrógeno renovable
La Hoja de Ruta del Hidrógeno, aprobada antes de que apareciera la LCC, recoge los retos y oportunidades para el desarrollo de este gas renovable.
En ella se exponen las medidas necesarias para incentivar su inversión e impulsar el desarrollo de este vector energético sostenible y posicionar a España como un referente en su producción y aprovechamiento.
El desarrollo del hidrógeno verde traerá consigo beneficios económicos, sociales y empresariales tales como:
- La creación de cadenas de valor industrial innovadoras.
- El fomento de la innovación tecnológica.
- La disminución de la dependencia energética nacional.
- La generación de empleo sostenible, contribuyendo a la reactivación de una economía verde con alto valor añadido.
Pero aún existen diversos retos que frenan su desarrollo, producción y utilización:
- El coste de su producción aún no puede competir en igualdad de condiciones con el hidrógeno gris (de origen fósil).
- La diferencia de coste con respecto a otros combustibles.
- La falta de desarrollo tecnológico en sus usos finales.
Es por esto, que la Hoja de Ruta del hidrógeno plantea sesenta medidas dirigidas, entre otras cosas, a:
- Eliminar las barreras regulatorias que dificultan su producción.
- Impulsar la aplicación del hidrógeno verde en la industria y en el transporte.
- Apoyar a la I+D+i en el avance tecnológico.
- Fomentar el apoyo institucional a los proyectos españoles sobre hidrógeno renovable para acceder a financiación europea.
Si con estas medidas se consiguen superar los retos a los que se enfrenta el hidrógeno verde, este gas renovable, junto al biogás y el biometano, jugarán un papel esencial en la reactivación de la economía tras la crisis sanitaria de la COVID y en la transición energética que regula la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.