La economía circular va abriéndose camino de forma progresiva en el contexto empresarial.
Según algunas de las conclusiones del informe “Economía Circular en Pymes en España”, presentado en 2019, cerca de la mitad de las pymes españolas (46%) son conscientes de las ventajas de este modelo económico sostenible, basado en la idea de reducir, reutilizar y reciclar los residuos, y que permite extender la vida útil de cualquier producto.
Y de estas pymes, cada vez son más las que promueven y adoptan medidas en este sentido.
Unos datos que varían según el sector de actividad del que se trate y que, teniendo en cuenta la importancia del sector de la hostelería para el país, debemos también analizar por separado.
La hostelería ha sido considerada como una gran consumidora de recursos y generadora de residuos. El elevado número de clientes que recibe este sector en nuestro país, la magnitud de las instalaciones, la gran cantidad de servicios de restauración que ofrecen, y la diversidad y complejidad de residuos que se generan implican una adecuada logística de gestión de residuos.
No obstante, las empresas de este sector son las que más iniciativas están desarrollando para prevenir la generación de residuos y promover el reciclaje, así como en formación e implicación de sus empleados en este sentido o el trabajar con proveedores que poseen certificados ambientales.
Así, casi la mitad de empresas de este sector realizan acciones específicas para separar los residuos orgánicos del resto, favoreciendo el poder ser valorizados en recursos útiles, como la obtención de energías (biogás o biometano), fertilizantes orgánicos (compostaje) u otros.
Una acción que evita el vertido y el daño ambiental asociados a una mala gestión de estos residuos (contaminación del suelo y acuíferos, emisiones de gases de efecto invernadero, etc.).
Cuánto residuo genera el sector de la hostelería
La mayor parte de los residuos que se generan en el sector de la hostelería son asimilables a los residuos domésticos y, una buena parte de estos, corresponden al desperdicio alimentario.
De hecho, el 14% del desperdicio de comida que se genera cada año en España (7,7 millones de toneladas) se produce en este sector.
En términos de servicios, el sector hotelero sería el responsable de generar unas 734,2 mil toneladas anuales de residuos, según el estudio sobre la “Gestión de residuos y economía circular” realizado por el EAE Business School, en 2018. Una cifra que incluye residuos orgánicos, plásticos, vidrios u otros tipos de residuos.
Teniendo en cuenta el ritmo de crecimiento del número de empresas dedicadas a la hostelería en España, antes de la pandemia, la necesidad de impulsar medidas encaminadas a reducir, reciclar y reutilizar los residuos resulta obvia para lograr un desarrollo sostenible en este sector.
La implementación de estas medidas que responden al modelo de economía circular permitirá a las empresas de este sector beneficiarse de la seguridad en el abastecimiento de materias primas, reducir la dependencia de las importaciones, reducir costes e impulsar nuevas oportunidades de negocio y la creación de empleo.
La hostelería también recicla
Según el informe “Economía Circular en Pymes en España”, de 2019, la hostelería es el sector más comprometido con la gestión de los residuos que genera.
Una gestión necesaria teniendo en cuenta, por ejemplo, el problema de salubridad y de impacto ambiental que suponen los residuos generados en las cocinas de bares y restaurantes, que afecta tanto a los profesionales del sector como a los clientes de estos establecimientos.
Los residuos que se deben gestionar en hostelería quedarían clasificados como:
- Residuos sólidos urbanos, que son, generalmente residuos reciclables (todo tipo de envases de vidrio, papel, etc.).
- Residuos grasos, procedentes de aceites y otras grasas empleados para cocinar.
- Residuos orgánicos: restos de las comidas elaboradas y residuos generados durante la elaboración de los platos.
- Residuos peligrosos: aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs), pilas, acumuladores y baterías, u otros.
Y deben ser gestionados de acuerdo con Ley 7/2022, de 8 de abril, partiendo de una adecuada separación en origen, a través de los gestores autorizados.
Esta norma, además, tiene entre sus objetivos reducir el desperdicio alimentario, limitar el consumo de determinados productos de plástico de un solo uso y prohíbe otros, y obligar a los establecimientos de hostelería a ofrecer agua no envasa de forma gratuita e introduce el impuesto sobre los envases de plástico no reutilizable y el impuesto sobre el depósito de residuos en vertedero e incineración.
El papel que juega el gestor de residuos en la industria hostelera
Las empresas del sector hostelero deben llevar a cabo una adecuada separación de los residuos y un correcto almacenaje hasta que estos pasan a manos del gestor de residuos autorizado.
Estos gestores de residuos autorizados (persona o entidad pública o privada) son los encargados de la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos. Es decir, todas aquellas operaciones que tienen que ver con la valorización o eliminación de los residuos, incluyendo la preparación anterior.
Los residuos son llevados a plantas de tratamiento donde se clasifican y separan para su reutilización, reciclaje o eliminación, siguiendo el principio de jerarquía de la gestión de residuos.
Del residuo orgánico a la energía limpia
La valorización de los residuos orgánicos que se generan en el sector de la hostelería puede llevarse a cabo mediante procesos de digestión anaerobia (ausencia de oxígeno) para la obtención de biogás.
Un proceso que se lleva a cabo en plantas de biogás y que permite el aprovechamiento del gas renovable obtenido para generar energía eléctrica, térmica o como biocombustible, al tiempo que se evitan las emisiones de metano a la atmósfera.
Además, durante el proceso se obtienen también los digestatos, un subproducto que puede utilizarse como fertilizante o enmiendas orgánicas.
Esta forma de gestionar los residuos orgánicos permite cerrar el ciclo de la materia orgánica, siguiendo los principios de economía circular. El residuo deja de ser un residuo para convertirse en energía limpia.
Para la implementación de medidas de sostenibilidad y economía circular de este tipo en el sector hostelería, están surgiendo nuevos proyectos en el mercado que ayudan a estas empresas a conseguirlo de la forma más rentable.
Uno de estos proyectos es ECO-ONE, una plataforma que tiene como uno de sus principales objetivos generar hoteles disruptivos en economía circular y lograr que los primeros hoteles en residuo cero y neutro en carbono se encuentren en España.
Además, también se han implementado una serie de ayudas, recogidas en el “Plan de apoyo a la implementación de la Estrategia Española de Economía Circular y a la Normativa de Residuos” para poder llevar a cabo una correcta recogida selectiva y gestión de los residuos.
En el siguiente ebook, puedes consultar en qué consisten y las líneas de actuación en las que se enmarcan los proyectos que pueden solicitarlas.