Las áreas rurales están cada vez más despobladas, llegando al punto que, según estimaciones de la ONU, para 2050, el 68% de la población global vivirá en áreas urbanas.
En el caso de España, los datos son aún más preocupantes al incrementarse ese porcentaje hasta el 80% en la actualidad, según el Banco Mundial. Esto significa que en el 90% del territorio solo vive el 20% de la población, es decir, hablamos de una “España Vaciada”.
Con la pandemia, esta tendencia al despoblamiento de las áreas rurales parece haberse frenado algo, motivado por el auge del teletrabajo y la búsqueda de una alternativa al estrés de las ciudades, su ritmo frenético, así como los altos precios de la vivienda.
No obstante, para poder revertir de verdad el éxodo desde las áreas rurales, se deben tomar medidas para potenciar su desarrollo sostenible.
Las Estrategias de Transición Justa y Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) recoge estas medidas, contando con las energías renovables como vía para la descarbonización y la generación de empleo verde en el medio rural.
La generación de energía renovable de forma deslocalizada aporta seguridad e independencia energética, crea valor económico y empleo en las áreas rurales, y plantea sinergias con las necesidades de reactivación económica de las zonas en proceso de transición justa.
En el caso de la energía eléctrica renovable, la disponibilidad de esta en entornos rurales, de forma competitiva, permitiría mejorar la calidad de vida, el acceso a la tecnología y el estar conectados para trabajar.
En este sentido, una de las alternativas que se plantean para la electrificación de las zonas rurales son las microgrid solar-biogás. Estas son soluciones a pequeña escala, descentralizadas y cercanas a la fuente de consumo de energía, que sirven de respaldo al sistema de distribución de energía centralizado.
¿Qué es una microgrid?
Una microgrid es una isla energética. Es decir, una red autónoma, descentralizada, a pequeña escala y personalizada que permite generar electricidad para el autoconsumo.
Para ello, la microgrid se componen de pequeñas y diversas fuentes de energía, que operan de forma paralela o autónoma con respecto a la red principal.
Su objetivo es ofrecer un suministro eléctrico fiable, de gran eficiencia y que pueda aportar una mayor calidad en el servicio eléctrico, además de hacerlo seguro y sostenible tanto en las zonas rurales como urbanas.
Al igual que las redes de energía convencionales, las microgrids pueden abastecer a los usuarios afiliados a la red eléctrica, pero de forma local, al disponer de los mecanismos necesarios para generar, distribuir y regular el flujo eléctrico. Así, ofrecen una solución más optimizada para la integración de las renovables de forma comunitaria.
Los elementos de los que suele componerse una microgrid son:
- Un sistema de generación local.
- Unidades de almacenamiento de energía.
- Los consumidores.
- Un punto de conexión a red, aunque pueden operar de forma aislada, generando energía local.
Las fuentes de energía renovable que aportan la energía local suelen ser, principalmente, la solar y la eólica.
No obstante, la intermitencia en la generación de energía, por parte de las mismas, hace necesario contar con unidades de almacenamiento de energía y/o plantear combinaciones de fuentes renovables (por ejemplo, solar-biogás) que resuelvan estas carencias.
Las unidades de almacenamiento permiten, a su vez, almacenar los excedentes de energía no consumidos.
Las microgrids no tienen un tamaño o diseño determinado. Así, pueden servir tanto para abastecer a un solo local, como a un conjunto de edificios energéticamente independientes. Se pueden crear distritos completos donde la energía producida es la misma que la energía consumida.
En qué consiste el modelo de microgrid solar-biogás
Una microgrid solar-biogás consiste en un sistema que combina la producción de biogás, a partir de los residuos orgánicos generados, en una planta de biogás con la instalación de un sistema solar fotovoltaico.
La energía solar generada aporta electricidad para diversos usos y el biogás permite obtener electricidad, energía térmica o biocombustibles.
El proyecto de COVAP para el autoabastecimiento energético podría ser un claro ejemplo de microgrid solar-biogás.
Este proyecto plantea establecer un sistema de gestión 360˚ , en el que se incluye aprovechar la energía del sol, los residuos y subproductos procedentes de las ganaderías de los socios y los procesos de fabricación, y la materia orgánica de origen forestal, para generar la electricidad y el vapor que necesitan sus cinco plantas industriales.
Es decir, un modelo que contempla la energía solar fotovoltaica, el biogás y la biomasa para generar energía de forma local y descentralizar para el autoconsumo.
Este es, además, un proyecto que se enmarca en el modelo de economía circular y del que Genia Bioenergy participa como responsable del diseño e implantación de la planta de biogás.
Beneficios que ofrecen las microgrids o islas de energía
Como conclusión, podemos decir que la alternativa de las microgrids de energía para el aporte de energía descentralizada en las áreas rurales trae consigo los siguientes beneficios:
- Resiliencia o fiabilidad energética: poseen la capacidad de aislarse de la red principal y ser autosuficiente, garantizando así el suministro de electricidad continua.
- Optimización del coste de energía y flexibilidad energética: con la gestión de fuentes de energía locales renovables, el sistema tiene la capacidad de optimizar la programación y operar la mejor combinación de fuentes para el autoconsumo.
- Independencia energética y energía renovable: permiten integrar las energías renovables de forma asequible, promueven la seguridad energética, reducen las emisiones de GIS y los gastos en la importación de combustibles fósiles.
- Accesibilidad a la energía: por sus características y localización, los microgrids ofrecen acceso a la energía a un coste accesible en las áreas alejadas de la red principal.
Las microgrids, como las solar-biogás, son, por tanto, sistemas eficientes que pueden llegar a reconfigurar el ecosistema energético de las áreas rurales, evitando el despoblamiento de las mismas y potenciando su desarrollo sostenible.
