En la actualidad, existe una doble urgencia, desde la Unión Europea (UE), por avanzar con mayor rapidez en la transición energética: hacer frente a la crisis climática y poner fin a la dependencia energética de la UE con respecto a los combustibles fósiles.
Este último motivo, la dependencia energética, más aún viendo cómo se utiliza como arma económica y política entre los países a costa de los contribuyentes.
Ante esta necesidad, la Comisión Europea ha presentado el plan REPowerEU, como respuesta a las dificultades y perturbaciones del mercado mundial de la energía causadas por la invasión de Ucrania por Rusia.
Este plan contempla medidas dirigidas al ahorro de energía, la diversificación del suministro de energía y el despliegue acelerado de energías renovables.
Esto supone una revisión específica de los objetivos de eficiencia energética y energías renovables de Fitfor55, así como de las medidas necesarias para acelerar los permisos de fuentes de energía renovable y las recomendaciones para facilitar la inyección de gas renovable.
Entre las iniciativas que contempla el plan REPowerEU está la creación de un Plan de Acción sobre el biometano, que incluye una Alianza Industrial del Biometano.
Con este Plan de Acción sobre el biometano se pretende estimular la cadena de valor del gas renovable y lograr una producción de 35 bcm de biometano para 2030, en particular a través de la política agrícola común (PAC).
El plan REPowerEU dará impulso para lograr cumplir los objetivos climáticos (Pacto Verde), la bioeconomía circular y la seguridad del suministro en Europa.
La Alianza Industrial del biometano
El plan REPowerEU y, en particular, el Plan de Acción sobre el biometano requerirán de una combinación inteligente de inversiones y reformas inmediatas.
En el caso del biometano, es necesario identificar los cuellos de botella actuales y proponer soluciones para ampliar su desarrollo. Para ello, se cuenta con toda la cadena de valor de los productores y usuarios de biogás y biometano, que está dispuesta a cooperar con las autoridades públicas y las organizaciones de la sociedad civil.
La Alianza Industrial del biometano será el instrumento con el que se dirigirá la cooperación entre los responsables políticos, los inversores y la cadena de valor del biometano para dar impulso a la innovación tecnológica, resolver los cuellos de botella y acelerar la expansión del sector.
La Comisión Europea propone unos 37.000 millones de euros adicionales que pueden apoyar el desarrollo de nuevas capacidades e infraestructuras para dar cabida al biometano en la red de gas y crear comunidades energéticas.
La producción de biogás y biometano ya han creado 210.000 empleos verdes en Europa y ha permitido ahorrar 60 Mt de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cada año.
Ahora bien, para favorecer el desarrollo del biogás y el biometano es necesario una concesión de permisos más cortos y transparentes. Es decir, facilitar y agilizar los trámites administrativos.
El Plan de Acción del biometano y la Alianza Industrial como instrumento que lo articule ofrecen la oportunidad de establecer un marco sólido de sostenibilidad para el biogás y el biometano, fomentando el uso de materias primas sostenibles.
El papel del biometano en la transición energética
El biometano es un gas renovable versátil que puede ser utilizado en variedad de sectores, incluido el transporte, y tiene la capacidad de sustituir al gas natural de origen fósil en todos sus usos.
Según la undécima edición del Informe estadístico presentado por la European Biogas Association (EBA), en el 2050, el biometano sostenible puede ocupar el 30-40% del consumo total de gas en Europa, y su producción puede llegar a ser cinco veces superior.
Actualmente, la producción de biogás y biometano agroindustrial representan la mayor parte de la producción total y un consumo del 4,6% del gas de la Unión Europea.
La colaboración entre el biometano, a corto plazo, y el hidrógeno, a largo plazo, podrían satisfacer las demandas de gas natural de origen fósil, algo crucial para lograr la transición energética y una independencia energética respecto a los combustibles fósiles.
El potencial energético del biometano es de interés en aquellas aplicaciones intensivas de energía o en sectores de difícil electrificación, como el transporte pesado o la industria intensiva en uso de energía térmica.
La tecnología para la producción de biometano está madura, lo que facilita su desarrollo.
Su forma de obtención, utilizando como materia prima los residuos orgánicos que son valorizados, enmarca al proceso dentro de los principios de economía circular.
Además, este proceso de producción se amolda a las necesidades de cada país o región, lo que contribuye a generar energía y gestionar los residuos en sectores como el industrial, el agrícola o ganadero.
Esto no solo facilita el autoconsumo energético, sino que también contribuye al desarrollo económico y social.
La producción de biometano es uno de los procesos de generación de energía más efectivos, en estos momentos, para reducir las emisiones de GEI y la dependencia energética. Esto lo presenta como un gas renovable con gran potencial e importantes ventajas para acelerar el proceso de transición energética.
El potencial de España para la producción de biometano
España es uno de los tres países con mayor potencial para la producción de biometano, junto a Francia y Alemania, según la Comisión Europea.
Un potencial que deriva de la gran cantidad de residuos orgánicos disponibles procedentes de la industria agroalimentaria.
En estos momentos, el país cuenta con 5 plantas de biometano operativas y más de 200 proyectos empresariales en distinto estado de ejecución, que están pendientes del desarrollo de la Hoja de Ruta del Biogás y de la puesta en marcha del sistema de garantías de origen de los gases renovables.
El incremento en la producción de este gas renovable en España permitiría descarbonizar hasta un tercio de la demanda total de gas (137 TWh) y el avance en la descarbonización de la economía, es especial en los sectores de difícil electrificación (industria y transporte).
Con el plan REPowerEU y su Plan de Acción para el biometano, España tiene la oportunidad de desarrollar todo el potencial para la producción de este gas renovable, lograr la transición ecológica y la tan necesaria independencia energética.
Además, la mayor parte de la producción de biogás se produce en el entorno rural, lo que permite generar energía en el territorio de forma deslocalizada. Y esto, sin duda, favorece el avance hacia una transición energética justa, que tenga en cuenta el reto demográfico.