Durante el proceso de digestión anaerobia (en ausencia de oxígeno) de los residuos orgánicos para la obtención de biogás, también se genera un subproducto denominado digestato o digerido.
Este digerido está constituido por la materia orgánica sólida y líquida, estabilizada, que presenta un alto contenido en humedad y otros compuestos como el nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K).
Debido a estas características del digerido es considerado como fertilizante o enmienda orgánica que puede aportar nutrientes al suelo y mejorar su estructura.
Pero este digerido, antes de su uso como abono o enmienda orgánica, debe someterse a un adecuado control y tratamiento, según lo regulado por el Real Decreto 506/2013, de 28 de junio, sobre productos fertilizantes, que tiene el objeto de fijar unas reglas básicas en materia de productos fertilizantes y procesos necesarios de coordinación con las comunidades autónomas.
Este control sobre el digerido implica una evaluación de sus características y calidad, así como sus condiciones de higienización.
El correcto tratamiento de estos digeridos, que permita su aprovechamiento como un recurso agrícola para la fertilización y recuperación de suelos, trae consigo una serie de beneficios, tanto medioambientales como económicos.
Beneficios medioambientales del uso del digerido
La aplicación directa del digerido sobre las tierras de cultivo se encuentra restringida debido a la necesidad de controlar su concentración de NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) y poder evitar la contaminación del suelo y el agua.
Pero una vez sometido a tratamiento, este digerido puede convertirse en fertilizante o enmienda orgánica, reduciendo la necesidad del uso de fertilizantes sintéticos de NPK.
La aplicación de los digeridos como enmiendas orgánicas contribuirá a mejorar la salud del suelo y, a largo plazo, a incrementar la capacidad de estos para la captura de carbono.
Además, el tratamiento del digerido conlleva la concentración de sus efluentes y la reducción del volumen que hay que transportar, lo que implica un menor consumo de combustible fósil y de las emisiones debidas a este transporte, y una mejora en la eficiencia energética de las plantas de biogás.
Por tanto, el aprovechamiento del digerido como producto de valor añadido permite cerrar el ciclo de los nutrientes, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, recuperar la fertilidad del suelo y su capacidad de captura de CO2, al tiempo que mejora la eficiencia energética y los resultados económicos de las plantas de biogás.
Beneficios económicos derivados del aprovechamiento del digerido
El tratamiento del digerido permite reducir el volumen del mismo y valorizar económicamente los nutrientes que contiene (N, P, K, entre otros). Esto, por un lado, implica un menor consumo de combustibles fósiles para su transporte, reduciendo su coste y, por otro lado, un menor gasto asociado al uso de fertilizantes sintéticos.
Además, la reducción del volumen del digerido implica una menor necesidad de espacio de almacenamiento, lo que conlleva menores costes y un incremento en la sostenibilidad económica de la planta de biogás.
Recuperación de nutrientes mediante stripping
Una de las tecnologías empleadas para la valorización del digerido es el stripping, que consiste en la recuperación del amonio que contiene.
Para ello, se parte de la fracción líquida del digerido que entra en el sistema y, dependiendo de la configuración, se llegará a recuperar entre un 50-95% del nitrógeno contenido mediante la extracción de amonio y el lavado con ácido nítrico, formando nitrato amónico (NH4NO3).
Durante el inicio del proceso se incorpora óxido de calcio a la fracción líquida del digerido para incrementar el valor de pH. Esta adición de óxido de calcio permite, también, la formación de fosfato de calcio que puede recuperarse mediante precipitación y sedimentación.
Esto permite reducir el contenido en fosfatos por debajo de los límites requeridos para su uso posterior como fertilizante verde. Además, el fostato de calcio extraído puede ser añadido al compostaje de la fracción sólida con el objetivo de mejorar la calidad.
Esta tecnología del stripping va a permitir, por tanto, reducir los niveles de nitrógeno en el fertilizante verde obtenido a partir del digerido, manteniendo el equilibrio energético del sistema, y va a reducir los niveles de fósforo para permitir su uso posterior en suelos agrícolas o similares.
Fertilizante verde orgánico de alto valor
La tecnología del stripping permite valorizar el digerido obtenido de plantas de biogás agroindustrial, produciendo nitrato de amonio en forma líquida. Un fertilizante verde de alto valor.
Este fertilizante verde presenta unos rendimientos similares a los fertilizantes sintéticos, lo que demuestra su capacidad para sustituir a estos últimos.
La obtención de este fertilizante verde supone el completo reciclaje de los residuos orgánicos de partida y su incorporación al ciclo de los nutrientes.
Esto implica una mejora en la eficiencia y rentabilidad de las plantas de biogás, algo de especial interés en el caso de las plantas de biogás agroindustrial de autoconsumo.
El aprovechamiento de los residuos orgánicos para la obtención de energía y el uso del digerido como valiosos fertilizantes orgánicos está cada vez más presente en Europa, en su avance hacia una industria agroalimentaria sostenible basada en el modelo de economía circular.
En Genia Bioenergy podemos ayudar a dar este impulso y contribuir a la implementación de este modelo de economía circular y a la sostenibilidad del sector agroindustrial, aportando soluciones que permiten optimizar la gestión de los residuos orgánicos y la revalorización del digerido.