Para generar biometano del biogás, hay que conseguir una proporción de metano superior al 90%. El biogás se somete a un proceso de “purificación o limpieza” para reducir el CO2 y conseguir aumentar la concentración del 54% de CH4 (metano) al 90%.
Existen diversas tecnologías capaces de tratar el biogás para obtener biometano, cada una permite adaptarse a diferentes rango de caudales o necesidades del proyecto.
En los siguientes contenidos podrás ampliar información sobre la tecnología de upgrading, contacta con nuestro equipo si requieres de una información más personalizada, conoce la mejor opción de tecnología de upgrading para tu proyecto.
Ciertos materiales, como el carbón activo o zeolitas, tienen la capacidad de adsorber y desadsorber el CO2 y esta propiedad se aprovecha en los sistemas PSA para purificar el biogás. El sistema consume energía eléctrica para conseguir los cambios de presión inherentes al proceso. Esta tecnología permite separar del metano prácticamente todo el O2 y N2.
En el caso des esta tecnología la propiedad que se emplea para separar el metano y el CO2 es la diferencia de solubilidad en agua de estos compuestos. El biogás pasa por un sistema de agua presurizada, de forma que, el dioxido de carbono queda disuelto en ella y el gas sale del proceso con un alto contenido en metano.
Esta tecnología esta basada en la absorción química del CO2, el H2S y los compuestos orgánicos volátiles por parte de compuestos químicos como aminas o soluciones acuosas de sales alcalinas. El proceso tiene una gran eficiencia en la separación consiguiendo un alto porcentaje de metano y una baja presencia de sulfhídrico en la corriente de gas natural renovable, y por lo tanto, pérdidas de metano reducidas en el off-gas.
Los distintos puntos de ebullición del metano (-160ºC) y del dióxido de carbono (-78ºC)permiten separarlos mediante criogenización, recuperando el CO2 en estado líquido. Este sistema resulta de especial interés para la generación de bioGNL por las condiciones de salida del biometano.
Mediante la presurización del biogás y su paso a través de membranas selectivas se consigue un biometano con un alto grado de pureza, que se puede optimizar encadenando varias etapas para purificarlo progresivamente. Aunque no presenta flexibilidad en cuanto al caudal a tratar se trata de una tecnología robusta.