Factores clave para la conexión a la red y mejores prácticas en la distribución del biometano

Factores clave para la conexión a la red y mejores prácticas en la distribución del biometano

El biometano es una de las soluciones más viables y rápidas para la descarbonización del sistema gasista, pero su integración requiere del cumplimiento de una serie de requisitos que garanticen su viabilidad y seguridad.

La legislación en España y Europa ha avanzado en los últimos años para facilitar este proceso, estableciendo estándares de calidad y procedimientos administrativos que agilizan la conexión a la red de transporte y distribución de nuevas plantas de biometano.

Además de estos avances normativos, otros factores, como los costes de conexión, la compatibilidad con la infraestructura existente y las estrategias de distribución, también juegan un papel determinante en el éxito del biometano en el mercado energético.

Las mejores prácticas en su distribución, que incluyen métodos innovadores como los gasoductos virtuales y la inyección directa en la red, son fundamentales para maximizar su impacto y garantizar su acceso a los consumidores. De esta forma, el biometano podrá consolidarse como fuente de energía renovable en España y Europa.

 

Normativa y marco regulatorio para la conexión a red del biometano

Tanto en España como en Europa, la legislación ha evolucionado para facilitar la conexión del biometano a la red gasista, estableciendo criterios técnicos y administrativos que permiten su integración de manera segura y eficiente.

En España, la Ley 34/1998 del Sector de Hidrocarburos ya contemplaba el acceso de terceros a la red gasista, y con el tiempo se han aprobado normas específicas para el biometano.

En 2015, el Real Decreto 984/2015 reconoció la figura de las plantas de biometano que inyectan a redes de distribución y, posteriormente, la Resolución de 8 de octubre de 2018 modificó las Normas de Gestión Técnica del Sistema gasista (NGTS), actualizando aspectos como la medición, calidad y odorización del biometano.

En el plano regulatorio reciente, destaca la simplificación de los trámites de conexión.

El Real Decreto-ley 14/2022 introdujo en la normativa española un mandato para regular el procedimiento de conexión de plantas de gases renovables a las redes de transporte y distribución. En cumplimiento de ello, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó, en abril de 2024, una resolución que establece un procedimiento unificado de gestión de conexiones de plantas de biometano.

A nivel europeo, la normativa ha sido reforzada con el Reglamento (UE) 2024/1789, que otorga prioridad a la conexión de biometano, establece un plazo máximo de 40 días hábiles para responder a solicitudes de inyección y promueve un acceso no discriminatorio a la red gasista.

 

Procedimientos administrativos y simplificación de trámites

La reciente regulación en España ha buscado simplificar los trámites administrativos para la conexión del biometano a la red. El procedimiento aprobado por la CNMC establece los siguientes pasos:

  • Presentación de la solicitud de conexión a la empresa transportista o distribuidora.
  • Respuesta inicial en un máximo de 5 días hábiles.
  • Evaluación técnica y respuesta definitiva en 40 días hábiles.
  • Firma del contrato de conexión y pago del 10% del presupuesto para reservar capacidad.

Este marco normativo otorga mayor seguridad jurídica a los productores de biometano, facilitando su integración en el sistema gasista.

 

Sistema de garantías de origen y su relevancia en el mercado del biometano

Otro elemento clave en el marco normativo para el mercado del biometano es el Sistema de garantías de origen renovable (GdO).

El Real Decreto 376/2022 introdujo en España la creación de este sistema para certificar la naturaleza renovable del biometano. Enagás Renovable, como gestor técnico del sistema, es responsable de emitir estos certificados, que permiten a productores y comercializadores demostrar el origen sostenible del gas inyectado.

Este sistema es fundamental para valorizar el biometano en el mercado y facilitar su comercialización en España y Europa, ya que permite la exportación e importación de certificados de gas renovable.

 

Factores económicos y técnicos que influyen en la conexión a red y distribución del biometano

Además de los aspectos normativos, la conexión y distribución del biometano a través de la red gasista también se ve condicionada por factores económicos y técnicos, que determinan su viabilidad y competitividad en el mercado energético.

En el aspecto económico, el coste de conexión varía según la ubicación de la planta, la proximidad a la infraestructura gasista y las inversiones necesarias para cumplir con los estándares de calidad exigidos.

En algunos casos, los productores deben asumir una parte significativa de estos costes, lo que puede representar una barrera para la expansión del sector. No obstante, en España, la rentabilidad del biometano ha mejorado con la implementación de mecanismos como las garantías de origen, la venta a través de contratos a largo plazo y el acceso a fondos europeos que impulsan la inversión en energías renovables.

Desde el punto de vista técnico, el biometano debe cumplir con estrictos requisitos de calidad antes de ser inyectado en la red, garantizando su compatibilidad con el gas natural.

Las normativas europeas y españolas establecen límites en la composición química del gas, asegurando que contenga un alto porcentaje de metano y niveles controlados de impurezas como el CO₂, el oxígeno o los compuestos de azufre.

Para alcanzar estos estándares, es necesario incorporar en el upgrading sistemas de limpieza avanzada del biogás, tales como la eliminación de H₂S, secado, filtrado de partículas y, a veces, carbón activo para compuestos orgánicos volátiles, antes de la etapa principal de separación de CO₂ (ya sea por membranas, lavado químico, PSA u otras tecnologías). El resultado debe ser un gas que indistinguible del gas natural en sus propiedades.

Además de la calidad del gas renovable, la infraestructura de conexión y distribución debe garantizar una presión y caudal adecuados para evitar alteraciones en la red. Dependiendo del tipo de red (transporte o distribución), el biometano debe ser comprimido o regulado para cumplir con las condiciones operativas establecidas.

En este sentido, el diseño de estaciones de inyección, que incluyen sistemas de filtrado, medición y odorización, es clave para garantizar la seguridad y eficiencia en la integración del biometano en la red gasista.

A pesar de estos condicionantes, la infraestructura de gas natural en España ofrece una ventaja estratégica para la expansión del biometano, ya que permite su inyección sin la necesidad de grandes modificaciones. Sin embargo, el desarrollo de nuevos puntos de conexión y la optimización de la gestión de la red serán esenciales para facilitar un crecimiento sostenido del sector y maximizar el aprovechamiento de este recurso renovable.

 

Mejores prácticas en la distribución del biometano

La distribución del biometano es un aspecto fundamental para garantizar su aprovechamiento eficiente dentro del sistema energético.

Una de las claves para su éxito es la transparencia y colaboración entre los productores y los operadores de la red gasista. Es esencial establecer criterios técnicos y económicos claros que regulen el acceso a la red, evitando obstáculos administrativos que puedan ralentizar el desarrollo del sector.

La implementación de procedimientos estandarizados y la comunicación efectiva entre las partes involucradas contribuyen a una gestión más eficiente del biometano, facilitando su integración en el sistema gasista.

En cuanto a los métodos de distribución, la inyección directa en la red es la opción más eficiente siempre que exista un punto de conexión cercano.

Este modelo permite aprovechar la infraestructura de transporte y distribución de gas natural ya existente, reduciendo costos y optimizando la logística del suministro. No obstante, en situaciones donde la inyección directa no es viable, se emplean alternativas como los gasoductos virtuales, que consisten en el transporte del biometano en forma de gas natural comprimido (bio-GNC) o gas natural licuado (bio-GNL) mediante camiones cisterna hasta un punto de consumo o de inyección en la red.

Esta estrategia es especialmente útil para plantas ubicadas en zonas rurales o alejadas de la infraestructura gasista, permitiendo su conexión indirecta con el mercado.

Otro aspecto relevante en la distribución es el almacenamiento del biometano, que juega un papel clave en la estabilidad del suministro.

En muchos casos, el gas renovable se almacena dentro del propio sistema gasista, utilizando los mismos depósitos y capacidades de almacenamiento que el gas fósil. Sin embargo, algunas plantas de producción incorporan depósitos pulmón para regular los flujos de inyección y garantizar un suministro constante, especialmente cuando la producción es variable o cuando existen restricciones en la capacidad de absorción de la red.

Finalmente, la divulgación y concienciación sobre el biometano es esencial para fomentar su aceptación y crecimiento en el mercado. Informar a los consumidores, administraciones y sectores industriales sobre los beneficios ambientales y económicos de este gas renovable ayuda a incrementar la demanda y a consolidar su papel dentro del sistema energético.

La certificación de garantías de origen, junto con la promoción de políticas de sostenibilidad y reducción de emisiones, contribuye a reforzar la confianza en el biometano como una alternativa viable y sostenible al gas natural convencional.

 

En definitiva, el biometano puede desempeñar un papel clave en la descarbonización del sistema energético, impulsando la economía circular y reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles. Pero, para ello, debe contar con una planificación y un respaldo normativo adecuados.

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