Biometano, energía limpia para proteger lo que es de todos
Cada 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente nos recuerda algo esencial: no basta con celebrar, toca actuar. En un contexto donde el cambio climático intensifica sus efectos y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) siguen en niveles alarmantes, la transición hacia un modelo energético descarbonizado, justo y sostenible, es una prioridad inaplazable.
El sector energético, responsable del 73 % de las emisiones globales
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el sector energético —que incluye la generación de electricidad y calor, la industria y el transporte— es responsable del 73 % de las emisiones globales de GEI. A escala europea, aunque en 2023 se logró una reducción del 9 % en las emisiones del sector energético, sigue siendo el principal emisor, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, 2023).
En España, el Inventario Nacional de GEI del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) confirma que el sector energético —excluido el transporte— generó más del 56 % de las emisiones nacionales en 2022. Descarbonizar este sector no es una opción, es una necesidad.
Biogás y biometano: motores de una transición energética sostenible
En este escenario, el biometano emerge como una de las soluciones más eficaces para reducir emisiones, aprovechar residuos y reforzar la soberanía energética:
1. Reducción de emisiones
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA) y la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el uso de biometano sustituye al gas natural de origen fósil y puede reducir entre un 80 % y un 90 % las emisiones de GEI. Esto se debe tanto a la naturaleza renovable de su origen como a la captura del metano que de otro modo se liberaría a la atmósfera durante la descomposición al aire libre de residuos orgánicos.
2. Valorización de residuos orgánicos
El biogás y el biometano permiten transformar residuos ganaderos, agrícolas, urbanos e industriales en energía renovable. Este proceso evita emisiones descontroladas de metano, mejora la gestión de residuos y reduce la dependencia de vertederos y fertilizantes químicos.
3. Economía circular y desarrollo rural
La implantación de plantas de biogás/biometano genera empleo local, dinamiza la economía rural y ofrece nuevas vías de ingresos para el sector agroganadero. Además, promueve modelos de economía circular, donde los residuos de una actividad se convierten en recursos para otra.
4. Potencial europeo y español
La Comisión Europea, a través del Plan REPowerEU, ha fijado como objetivo producir 35.000 millones de m³ de biometano al año en 2030, multiplicando por diez la producción actual. En paralelo, la Hoja de Ruta del Biogás del IDAE marca como meta alcanzar al menos 10,4 TWh/año de producción en España para esa misma fecha.
No obstante, el potencial de nuestro país es mucho mayor. Según un estudio técnico de Sedigas, España podría llegar a generar hasta 163 TWh/año de biometano, lo que equivaldría a cubrir alrededor del 45 % de la demanda nacional de gas natural. Aprovechar ese potencial implicaría no solo una fuerte inversión industrial distribuida por todo el territorio, sino también una mejora estructural en términos ambientales, económicos y energéticos.
Más que un símbolo
Este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, no es solo una fecha conmemorativa. Es una llamada a la acción. La emergencia climática no espera, pero tenemos herramientas para afrontarla. El biometano es una de ellas. Apostar por él es proteger el medio ambiente, dinamizar el territorio y construir un sistema energético más limpio, resiliente y sostenible.