Dos de los principales retos a los que debe enfrentarse la sociedad actual son: la optimización de la gestión de los residuos y la generación de fuentes de abastecimiento energético respetuosas con el medio ambiente y sostenibles. Desarrollar soluciones efectivas para resolver estos problemas se ha convertido en una cuestión fundamental para dar un respiro al planeta y salir, poco a poco, de la situación de emergencia climática y medio ambiental en la que nos encontramos hoy en día.
La generación de residuos asociados a la actividad humana es impresionante. Se calcula que en España cada ciudadano genera un promedio de kilo y medio de basura al día. Aunque gran parte de estos residuos son potencialmente reciclables, siendo este el tipo de gestión más recomendable existe otra alternativa para aquellos residuos que no sean reutilizables, que además tienen la capacidad de generar energía limpia y sostenible. Nos referimos a la valorización energética, de la que vamos a hablar ampliamente a lo largo de este artículo.
¿Qué es la valorización energética de residuos?
La valorización energética de residuos es, básicamente, la conversión de aquellos residuos que no pueden ser reciclados en energía para su uso doméstico o industrial. Para conseguir esta transformación se pueden usan diferentes procesos, a través de los cuales los vertidos de residuos son sometidos a diversos tratamientos que reducen su volumen y producen energía eléctrica,, biogás, etc.
Con la valorización energética se consigue el doble objetivo de encontrar una manera más eficiente de gestionar los residuos, evitando la acumulación en vertederos de todo lo que no es reciclable y, al mismo tiempo, obtener una fuente de abastecimiento energético renovable, sostenible y con el mismo nivel de eficacia que las fuentes energéticas convencionales.
¿Por qué es importante la valorización energética de residuos propios? Sus beneficios
Para poder comprender en toda su extensión la importancia de la valorización de residuos es necesario comprender que sus ventajas incluyen tres esferas distintas: ambiental, económica y social.
Ventajas medioambientales
Al implantar sistemas de valorización de residuos sumamos importantes beneficios para el medio ambiente:
- Optimización de la gestión de residuos, disminuyendo la cantidad de basura que se acumula en los vertederos.
- Se reducen las emisiones de efecto invernadero, lo que ayuda a que disminuya el calentamiento global.
- Todos los procesos derivados de esta actividad se encuentran sometidos a rigurosos controles ambientales.
- Se explotan y potencian fuentes de energías alternativas, mucho menos contaminantes que las convencionales y caracterizadas por ser renovables (no se van agotando con su uso), limpias y ecológicas (no son contaminantes).
Ventajas económicas
La diversificación de las fuentes de energía es una buena noticia para la economía de los países, especialmente aquellos, como España, que no destacan por disponer de recursos energéticos convencionales. Estos son los puntos en los que se fundamentan los beneficios económicos de la valorización energética:
- Reducción de la dependencia energética exterior. Puede traducirse en una notable mejora de la balanza comercial.
- Ahorro en la producción de energía por los métodos tradicionales. Es posible conseguir precios de, por ejemplo, energía eléctrica o térmica de residuos que de otra forma no se les extraía valor.
- Creación de nuevos puestos de trabajo. Solo en España, la valorización de residuos ya ha generado muchos centenares de puestos de trabajos directos, que pueden multiplicarse exponencialmente a medida que se vaya desarrollando el sector.
Ventajas sociales
Como consecuencia de sus ventajas para el medio ambiente y la economía, la valorización de residuos supone también una serie de beneficios sociales de gran importancia:
- Se garantiza el suministro de energía para las generaciones futuras.
- Ayuda a la consecución de un planeta más limpio y menos contaminado, reduciendo graves problemas como el calentamiento global y el efecto invernadero. Todo esto se traduce en la consecución de un entorno más amable y sano en el que es posible alcanzar una mejor calidad de vida.
Los diferentes procesos de valorización energética
Para obtener energía a partir de residuos es necesario llevar a cabo una serie de procesos termoquímicos que consisten básicamente en someter la biomasa (materia viva formada a partir de la luz solar que es devuelta a la naturaleza en forma de residuo) a la acción de altas temperatura por diversos métodos: combustión, gasificación, pirólisis, etc.
También es posible usar procesos bioquímicos de conversión basados en la acción sobre la masa de microorganismos, como la fermentación alcohólica o la digestión anaerobia.
A continuación, vamos a explicar en qué consisten los principales procesos termoquímicos, que hoy en día son los más utilizados en el sector de la valorización energética por su gran eficacia, en ocasiones similar a la conseguida con las fuentes de energía tradicionales.
Biogás
El biogás es un gas compuesto básicamente por un 55-75% de metano (CH4) y, en menor medida, por dióxido de carbono (CO2) y otros gases. Con características similares al gas natural, el biogás se produce por la fermentación de la materia orgánica en condiciones de ausencia de oxígeno.
En las plantas de biogás se reciben materias orgánicas y subproductos agrícolas o ganaderos (purines), que son introducidas en grandes depósitos cerrados, sin ningún tipo de contacto del exterior y con unas condiciones determinadas de temperatura. Se crea, por lo tanto, un ambiente óptimo en el que se provoca una descomposición controlada de la materia orgánica. El resultado es el biogás que puede usarse como energía eléctrica y térmica de origen renovable, y un digestato que puede usarse como biofertilizante para aplicación a campos.
Pirólisis
La pirólisis es un proceso termoquímico de producción de gases combustibles válidos para producir electricidad y accionar motores de combustión y de vehículos. Mediante este proceso, el material orgánico se descompone por la acción del calor en una atmósfera deficiente de oxígeno.
Los procesos de Pirólisis pueden ser de dos tipos: pirólisis convencional y pirólisis de alta temperatura. La convencional se divide a su vez en pirólisis de baja temperatura (hasta 550ºC), empleada para la producción de aceites y alquitranes, y temperatura media (entre 550ºC y 800ºC), con la que se obtiene metano e hidrocarburos superiores. Por otro lado, con la pirólisis de alta temperatura (más de 800ºC) es posible producir gas con un bajo poder calorífico.
Biometano: sus ventajas
El biometano, también conocido como gas renovable, se obtiene a partir del biogás o del sygnas, creándose un elemento con una alta concentración de metano, que le confiere una serie de ventajas que le están valiendo el calificativo de energía del futuro:
- Tiene una composición química y poder energético muy similares al del gas natural, por lo que puede utilizarse para los mismos usos: calefacción, transporte o producción de energía eléctrica.
- Es un tipo de energía cien por cien renovable.
- Reduce las emisiones de CO2.
- Permite la transición energética hacia sistemas de producción de energía mucho menos contaminantes y sostenibles.
En Genia Global Energy desarrollamos todo tipo de proyectos para la valorización energética de residuos orgánicos. Nuestra meta final es lograr la transformación energética, haciendo posibles y viables sistemas que reduzcan la eliminación de residuos en vertederos, al mismo tiempo que aumentan el peso específico de sistemas de producción energética naturales y sostenibles.