La bioenergía, especialmente aquella generada a partir de residuos ganaderos, constituye una de las soluciones viables que se suman a la lucha contra el cambio climático.
Los residuos ganaderos, como los purines y el estiércol, representan un recurso infravalorado, pero con gran capacidad para impulsar la economía circular mediante su transformación en biometano y otros subproductos de valor añadido.
En España, el desarrollo de proyectos como los promovidos por Genia Bioenergy lideran este avance, generando energía renovable y promoviendo el desarrollo rural, la reducción de emisiones y el cumplimiento de los objetivos climáticos marcados por la Unión Europea.
El papel de los residuos ganaderos en la transición energética
El aprovechamiento de los residuos ganaderos para producir biogás y biometano destaca como una solución estratégica dentro del panorama energético actual.
Estos residuos orgánicos, que antes eran considerados problemáticos por su impacto ambiental, ahora se convierten en aliados clave para una transición energética sostenible.
El biogás obtenido a partir de estos residuos, mediante procesos de digestión anaeróbica, puede purificarse para obtener biometano, un gas con propiedades equivalentes al gas natural y que puede inyectarse en redes de distribución existentes.
Esta valorización de los residuos orgánicos contribuye significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), especialmente metano, que tiene un alto potencial de calentamiento global.
Además, del proceso de digestión anaeróbica también se obtiene un valioso subproducto, el digestato, que puede utilizarse como fertilizante orgánico.
La implantación de plantas de biogás y biometano en áreas rurales supone también la creación de empleo directo e indirecto en estas zonas, el fomento de la innovación y la dinamización de las economías locales.
Además, estas iniciativas refuerzan la autosuficiencia energética de las regiones agrícolas y ganaderas.
6 ejemplos de plantas de biogás y biometano desarrolladas por Genia Bioenergy en España
Genia Bioenergy ha liderado importantes proyectos en España, aprovechando los residuos agroganaderos como una fuente clave para la producción de energía renovable.
A continuación, se describen seis de sus iniciativas más destacadas, cada una adaptada a las necesidades locales y con un fuerte impacto ambiental, social y económico.
Planta de biometano en Langa de Duero (Soria)
Con una inversión de 23 millones de euros, esta planta tiene como objetivo procesar 60.000 toneladas anuales de residuos agroganaderos, principalmente purines y otros desechos orgánicos, para producir biometano de alta calidad.
Se espera una capacidad de producción equivalente a cubrir el consumo energético de unas 3.500 viviendas al año.
Además, generará 10 empleos directos y contribuirá a reducir hasta 30.000 toneladas de emisiones de CO₂ al año, posicionándose como un referente en la economía circular de la región.
Planta de biometano en Valencia de Don Juan (León)
Este proyecto representa una inversión de 26 millones de euros y busca procesar un gran volumen de residuos agroganaderos de las explotaciones locales.
La planta tendrá capacidad para producir 45 GWh de biometano al año, suficiente para abastecer energéticamente a unas 5.000 viviendas.
El biometano generado será inyectado directamente en la red de gas natural, lo que permite una distribución eficiente y sostenible. Además, el proyecto generará 10 empleos directos y promoverá la descarbonización de sectores clave en la provincia de León.
Planta de biometano en Campredó (Baix Ebre)
Con una inversión que oscila entre 15 y 20 millones de euros, esta planta aprovechará anualmente más de 80.000 toneladas de purines y residuos ganaderos para producir biometano.
Este proyecto tiene una capacidad estimada de 50 GWh anuales, lo que equivale al consumo energético de unas 4.500 viviendas.
Además, reducirá significativamente la contaminación por nitratos en la comarca, una de las principales problemáticas ambientales derivadas de la gestión inadecuada de purines.
Este modelo de sostenibilidad genera empleos y fortalece el tejido económico local, posicionando a Campredó como un ejemplo de transición energética en Cataluña.
Planta de biometano en Cantaracillo y Machacón (Salamanca)
Estas dos plantas, localizadas estratégicamente en zonas rurales de Salamanca, se centran en la transformación de más de 90.000 toneladas anuales de residuos agroganaderos combinados.
En Machacón, se espera producir biometano suficiente para cubrir el consumo de gas de unas 4.000 viviendas al año. Este biometano será inyectado directamente en la red de gas natural, optimizando su distribución.
La planta de Cantaracillo complementa esta capacidad y refuerza la gestión de residuos en una región donde la ganadería intensiva es predominante.
Ambas instalaciones contribuirán a reducir el impacto ambiental y generarán empleos, además de fomentar una mejor integración de la agricultura y la ganadería en la economía circular.
Planta de biometano en Vilches (Jaén):
En este proyecto, con una inversión de 25 millones de euros, se implementará tecnología de última generación para procesar 100.000 toneladas anuales de residuos ganaderos y agrícolas.
La planta generará 45 GWh de biometano al año, suficiente para abastecer el consumo de 4.000 viviendas y evitar la emisión de 40.000 toneladas de CO₂ anuales. Además, la planta fomentará la economía local al crear más de 15 empleos directos.
Este proyecto, ubicado en Andalucía, representa un modelo innovador que combina sostenibilidad, tecnología y eficiencia energética.
Planta de biogás Valderrobres (Teruel):
Con un diseño adaptado a las características de la provincia de Teruel, esta planta procesará residuos ganaderos de explotaciones locales, como purines y estiércol, para producir biogás. Se espera que el biogás generado se destine a aplicaciones energéticas diversas, incluyendo calor y electricidad.
Este proyecto es significativo para una región con desafíos demográficos, ya que impulsará la creación de empleo directo e indirecto, además de mejorar la gestión ambiental en una zona con alta actividad ganadera.
Perspectivas sostenibles y económicas de la bioenergía
La bioenergía basada en residuos ganaderos ofrece un modelo energético que combina sostenibilidad ambiental, viabilidad económica y desarrollo rural.
Las plantas de biogás y biometano impulsadas por Genia Bioenergy representan no sólo una solución técnica innovadora, sino también un avance estratégico en el marco de la transición energética de España.
Impacto económico en las comunidades rurales
Las plantas de biogás y biometano tienen un impacto transformador en las economías locales, especialmente en áreas rurales.
Las inversiones necesarias para construir estas instalaciones generan empleo directo durante las fases de construcción, operación y mantenimiento.
Además, se crean empleos indirectos en sectores asociados como el transporte de residuos, la agricultura y los servicios técnicos. Por ejemplo, en proyectos como el de Vilches (Jaén) o Langa de Duero (Soria), se han generado entre 10 y 15 empleos directos en cada planta.
El dinamismo económico que producen estas iniciativas fomenta la fijación de población en zonas rurales, combatiendo la despoblación y contribuyendo al desarrollo regional.
Contribución a los objetivos climáticos y energéticos
La bioenergía contribuye significativamente a los compromisos adquiridos por España en el marco del Pacto Verde Europeo y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Entre los beneficios más destacados se encuentran:
- Reducción de emisiones de GEI: Al transformar residuos ganaderos en biogás o biometano, se evita la emisión de metano, un gas con un potencial de calentamiento global 25 veces mayor que el CO₂. Proyectos como el de Campredó (Baix Ebre) pueden reducir hasta 30.000 toneladas de CO₂ al año.
- Sustitución de combustibles fósiles: El biometano producido es químicamente equivalente al gas natural y puede reemplazarlo directamente, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles importados.
Aprovechamiento eficiente de recursos
La transformación de residuos agroganaderos no sólo produce energía renovable, sino que también genera un subproducto valioso: el digestato, un fertilizante orgánico rico en nutrientes.
Este producto permite cerrar el ciclo de nutrientes en la agricultura, reduciendo la dependencia de fertilizantes químicos y mejorando la salud de los suelos.
Este enfoque de economía circular maximiza el valor de los recursos utilizados y minimiza los desechos.
Oportunidades de expansión en España
El potencial de crecimiento de la bioenergía en España es enorme, dado el elevado volumen de residuos generados por la actividad ganadera.
- Según la Asociación Española de Biogás (AEBIG), el país aprovecha actualmente menos del 10 % de su potencial de biogás.
- Proyectos como los de Genia Bioenergy marcan una hoja de ruta replicable, integrando la innovación tecnológica con la sostenibilidad económica.
Beneficios sociales y energéticos a largo plazo
Estas plantas también fortalecen la seguridad energética del país, al diversificar las fuentes de energía y descentralizar la producción.
En un contexto de fluctuaciones en los mercados internacionales de energía, el biometano ofrece una alternativa estable y accesible. A nivel social, el impacto positivo en las comunidades locales refuerza la aceptación de estas tecnologías, posicionando a la bioenergía como una herramienta clave para lograr un desarrollo sostenible.
A medida que el país avanza hacia un modelo energético más limpio, las plantas de biogás y biometano se convierten en pilares fundamentales para alcanzar los objetivos climáticos y fomentar el desarrollo rural.
La apuesta por estos gases renovables no sólo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía circular y refuerza la resiliencia energética del país.