Conoce los objetivos de la huella ambientla de la Unión Europea

Conoce los objetivos de la Huella Ambiental de la Unión Europea

En la actualidad, existen unos 455 sistemas de ecoetiquetado en el mundo, con aplicación en 199 países y 25 sectores industriales, según el portal Ecolabel Index.

El objetivo de todas estas ecoetiquetas es el de transmitir una información veraz sobre el comportamiento ambiental de un producto o servicio, pero la realidad es que, ante tanta diversidad de sistemas de etiquetado, se ha generado gran confusión entre los consumidores.

Para dar solución a esta situación, la Comisión Europea, a través de la Dirección General de Medio Ambiente, decide crear la Huella Ambiental de producto y organización, en el 2013, con la adopción de la Recomendación 2013/179/EU de la Comisión para promover el uso de métodos comunes para medir y comunicar el comportamiento medioambiental del ciclo de vida de productos y organizaciones.

No debemos confundir esta Huella Ambiental con otros indicadores, como son la Huella de Carbono (HC), Huella Hídrica (HH) o la Huella de Agua (HA). Estos últimos son indicadores para medir una sola categoría de impacto ambiental y, por tanto, tienen sus limitaciones.

En cambio, la Huella Ambiental es una medida multicriterio del comportamiento ambiental de un producto-servicio, o de una organización, a lo largo de su ciclo de vida. 

El objetivo de la Huella Ambiental es reducir el impacto ambiental a lo largo de toda la cadena de suministro y es aplicable a empresas, entidades de la administración pública, organizaciones sin ánimo de lucro y otros organismos.

Con ella, se puede normalizar en toda la UE la manera de demostrar que un producto-servicio u organización tiene un mejor comportamiento ambiental. Así, se pone orden a la diversidad de iniciativas, organismos y etiquetas existentes en estos momentos y a todas las partes implicadas en la cadena de valor.

En el cálculo de esta Huella Ambiental se utiliza una metodología basada en el análisis del ciclo de vida. Con ella se cuantifican los impactos ambientales a nivel de productos, servicios y organizaciones, considerando todas las etapas desde la extracción de recursos hasta la gestión de los productos al final de su vida útil, sin olvidar las etapas de producción y uso.

En este sentido, hay dos tipos de Huella Ambiental:

  • La Huella Ambiental Corporativa, que mide el comportamiento ambiental de una organización en todo su ciclo de vida.
  • La Huella Ambiental de los productos, que mide el comportamiento ambiental de un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida, considerando también las actividades de la cadena de suministro.

 

Impactos de la Huella Ambiental

Mientras la HC, la HH y la HA son consideradas métodos monocriterio, la Huella Ambiental supone mucho más. Esta medida evalúa el comportamiento ambiental de un total de 16 categorías de impacto:

  1. Cambio climático.
  2. Agotamiento de la capa de ozono.
  3. Ecotoxicidad para ecosistemas de agua dulce.
  4. Toxicidad humana (efectos cancerígenos).
  5. Toxicidad humana (efectos no cancerígenos).
  6. Partículas/sustancias inorgánicas con efectos respiratorios.
  7. Radiaciones ionizantes.
  8. Formación fotoquímica de ozono.
  9.  Acidificación.
  10.  Eutrofización terrestre.
  11.  Eutrofización acuática.
  12. Eco-toxicidad en los sistemas acuáticos.
  13.  Consumo de los recursos, agua, modelo Ecoscarcity.
  14.  Consumo de los recursos minerales y metales.
  15.  Consumo de recursos energéticos de origen fósiles.
  16. Uso del suelo.

 

Estas 16 categorías pueden ser ponderadas en una puntuación única que sirve para comunicar a las partes interesadas el desempeño ambiental global de la organización, de forma conjunta y simplificada.

La Huella Ambiental es, por tanto, un indicador completo, que incluye a la HC y algunas formas de expresar la HA, y al que se debería recurrir para llevar a cabo la toma de decisiones. 

Tanto la Huella Ambiental corporativa como la de producto, se basan en unas Reglas de Categoría que proporcionan una guía técnica detallada para la realización de su estudio, en una categoría concreta de producto o de sector de actividad. Estas reglas han sido publicadas por la Comisión Europea.

 

La Huella Ambiental de los productos 

El objetivo de la Huella Ambiental de producto (HAP) es tratar de reducir el impacto ambiental de los bienes y servicios, teniendo en cuenta las actividades de la cadena de suministro. Esto incluye la extracción de materias primas, el proceso de producción, el uso y la gestión de los residuos finales.

Con la metodología para el cálculo de la HAP se consigue normalizar y estandarizar la información ecológica comparable de un producto o servicio a lo largo de todo su ciclo de vida.

Esto facilita la compra de ese producto o servicio, desde la perspectiva ambiental, permitiendo al consumidor comparar todas las etapas de su ciclo de vida con la de otros productos o servicios existentes en el mercado.

La HAP permite comunicar de una forma fácil y clara el impacto ecológico real de los productos o servicios. 

La Comisión Europea ha incluido en la revisión de la Recomendación (Recomendación (UE) 2021/2279 de la Comisión, de 15 de diciembre de 2021, sobre el uso de los métodos de la huella ambiental para medir y comunicar el comportamiento ambiental de los productos y las organizaciones a lo largo de su ciclo de vida) dos anexos (I y II) que detallan una guía para la medición y comunicación del impacto ambiental de los productos o servicios a lo largo de su ciclo de vida.

 

La Huella Ambiental corporativa

Medir la Huella Ambiental Corporativa (HAC) tiene el objetivo de reducir el impacto ambiental que se deriva de las actividades de la organización, teniendo en cuenta todas las actividades que en ella se realizan. 

La HAC es aplicable a empresas, entidades de la administración pública, ONGs y otros organismos.

La revisión de la Recomendación de la Comisión Europea incluye, también, dos anexos (II y IV) donde se indica la guía a seguir para medir y comunicar el impacto ambiental de la organización a lo largo de su ciclo de vida.

El cálculo de esta HAC ofrece a las organizaciones una serie de ventajas:

  • Ayuda a la gestión ambiental de la compañía y a localizar los puntos críticos, en lo que a sostenibilidad se refiere.
  • Puede ayudar a detectar mejoras de la eficiencia energética, lo que supone una mejora en el ahorro de costes.
  • Favorece la imagen pública y la reputación de la organización, mejorando su responsabilidad social corporativa (RSC).
  • Responde a las demandas de sostenibilidad de los consumidores, inversores o accionistas.
  • Ayuda a integrar otros indicadores ambientales (HC, HH, HA o los sistemas de Gestión Ambiental).
  • Se cumplen las exigencias legales y se mejora el posicionamiento de cara a las contrataciones públicas y subvenciones.
  • Mejora la competitividad y diferenciación de la compañía, con la posibilidad de ampliar mercado en países con legislaciones más avanzadas en términos de sostenibilidad.
  • Contribuye a atraer y retener talento en la organización gracias a la mejor imagen que se genera.

 

Con todo esto, queda claro que la Huella Ambiental es un indicador ambiental que va a permitir a las organizaciones contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a fomentar la transición hacia un modelo de economía circular.

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