Hidrógeno y movilidad sostenible

El transporte es uno de los sectores con mayor demanda energética y, por ello, uno de los objetivos claves de Europa para la descarbonización de la economía. Algo que también se traslada a España, donde el 40% de la demanda total de energía se debe a este sector.

La Directiva (UE) 2018/2001, de 11 de diciembre de 2018 (DER II), relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, ya establece, entre sus objetivos concretos, el alcanzar una cuota mínima de consumo de energías renovables en el sector del transporte de un 14% en 2030.

Y, a través de la Estrategia para una Movilidad Inteligente y Sostenible, de la Comisión Europea, se pretende reducir al 90% de las emisiones de CO2 del sector del transporte, en 2050.

Por su parte, España se muestra ambiciosa en sus objetivos respecto al sector del transporte, señalando como tal, un aumento del consumo de renovables en este sector de hasta un 28%, según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.

Un objetivo para el que se cuenta con los gases renovables, como energía renovable clave en los sectores de difícil electrificación, como el del transporte. Y, por ello, se han elaborado las Hojas de Ruta de los gases renovables (biogás e hidrógeno), en las que se identifican los retos y oportunidades para su desarrollo y se marcan una serie de hitos relativos al sector del transporte.

Con la aprobación del sistema de garantías de origen de los gases renovables, mediante el Real Decreto 376/2022, de 17 de mayo, se pone en marcha una de las herramientas clave para alcanzar estos hitos: un sistema de garantías que certifique el origen renovable del gas producido y consumido, para cualquiera de sus usos, incluida la movilidad sostenible.

El hidrógeno renovable es una de las principales alternativas para lograr esta movilidad sostenible en el sector de transporte de difícil electrificación, como es el transporte pesado por carretera, el tren, el marítimo o el aéreo.

Este gas renovable puede emplearse como alimentación directa en vehículos que dispongan de pilas de almacenamiento o, también, combinarse con combustibles sintéticos de cero emisiones.

Entre sus ventajas para el transporte están la mayor autonomía que ofrece, respecto a la electricidad, y una recarga más rápida.

Pero, para lograr extender su uso, aún es necesario innovar para superar algunas barreras, como el coste de su producción, y la inversión en una red operativa y eficiente de distribución hasta el consumidor.

 

Cómo se aprovecha el hidrógeno verde para una movilidad sostenible

Entre las aplicaciones del hidrógeno renovable en movilidad destaca la pila de combustible. 

Esta funciona realizando el proceso inverso a la electrólisis, generando electricidad por medio de una reacción entre el hidrógeno y el oxígeno. 

Su combinación con baterías eléctricas que se auto recargan, durante el funcionamiento del vehículo, aportan una ventaja competitiva para los vehículos de transporte pesado.

Estos vehículos solo emiten vapor de agua, tienen una mayor autonomía y el repostaje es más rápido. Además, el peso del vehículo también se reduce al disminuir el tamaño de las baterías.

La aplicación de esta tecnología de pilas de combustibles en vehículos pesados se posiciona, por tanto, como el segmento donde resulta más conveniente.

También se plantea su aplicación en el transporte ferroviario, haciendo referencia a aquellas vías que están sin electrificar, con trenes propulsados por locomotoras diésel y cuando la electrificación no es viable, y en las embarcaciones, maquinaria de puertos y terminales de carga para el transporte marítimo.

Se espera que las pilas de combustibles se conviertan en una alternativa para la propulsión de aeronaves, aunque el interés por el hidrógeno en el transporte aéreo también se centra en la obtención de combustibles sintéticos, como el bioqueroseno, a partir de él.

 

Avances en la movilidad sostenible con hidrógeno en España

En España se vienen realizando varios proyectos que promueven la aplicación del hidrógeno, a través de las pilas de combustible, en vehículos de transporte pesado, como autobuses o camiones.

Un ejemplo de ello lo tenemos en la Empresa Municipal de Transportes Públicos del Ayuntamiento de Tarragona, quien ha abierto una licitación pública para suministrar y mantener tres autobuses propulsados por pila de hidrógeno.

La incorporación de estos autobuses a la flota urbana cuenta con el apoyo de los fondos Next Generation, con una aportación de 3 millones de euros al proyecto.

El Green Hysland es otro proyecto para la incorporación de autobuses de hidrógeno para el transporte público. En este caso, se desarrolla en las Islas Baleares, con la participación de la empresa Solaria, adjudicataria del contrato público, tras la convocatoria de concurso público.

El modelo de autobús de hidrógeno presentado es el Solaris Urbino 12, que tiene una autonomía de hasta 350 km con la pila de combustible y una potencia de 70 KW, que alimentan las baterías de litio para dar energía a los motores eléctricos de 125 KW y 170 CV.

Los autobuses de hidrógeno son vehículos silenciosos, con una aceleración suave, que solo producen vapor de agua, contribuyendo a descarbonizar el transporte urbano en las ciudades.

En el caso de la aplicación de las pilas de combustible de hidrógeno en el ferrocarril, España está a punto de debutar con el primer tren de hidrógeno de Talgo (“Talgo Intercity” convencional).

El objetivo de este proyecto es que este tipo de tren de hidrógeno se utilice para cubrir trayectos de cercanía y media distancia, transitando por el 40% de las vías que están sin electrificar en Europa (80.000 km), sin emitir CO2.

Otra empresa española de este sector que también está haciendo sus pruebas es CAF, con un tren de la serie Civia.

En este caso, el tren contará con un sistema de pila de combustible adaptado para la generación de electricidad, cuya producción se acumulará en paquetes de baterías de titanio de litio.

En el proyecto también participan otras empresas como DLR, Renfe, Toyota Motor Europa, ADIF, IP, CNH2 y FAIVELEY o Stemmann Technik, entre otros, y cuenta con un presupuesto de más de 14 millones de euros (el 70% proviene de fondos europeos).

Si las pruebas de este tren de hidrógeno son satisfactorias, se llevará a cabo su homologación primero en España y Portugal, y, posteriormente, en los otros países europeos.

La Hoja de Ruta del hidrógeno reúne diversas medidas dirigidas a dar impulso y avanzar en la aplicación del hidrógeno renovable en el país, con especial interés en el sector del transporte.

Esto motivará la puesta en marcha de cada vez más proyectos de este tipo, con el fin de lograr la integración de esta tecnología al mix de la renovables y alcanzar los objetivos de descarbonización propuestos.

 

Hoja de ruta de los gases renovables

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