El papel de los gases renovables en el PNIEC para dar impulso al biometano

El papel de los gases renovables en el PNIEC para dar impulso al biometano

Ante la evolución seguida por la transición energética en estos últimos años y los cambios en el marco normativo europeo en materia de energía, la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2023 era necesaria y así se ha hecho.

A finales de junio de este 2023, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) publicó el nuevo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030, que estaba abierto a comentarios y cambios hasta el 4 de septiembre.

Esta nueva guía para España tiene el objetivo de reforzar el compromiso del país con las energías renovables, elevando las aspiraciones respecto al plan de 2021. 

El PNIEC 2023-2030 aspira a alcanzar el 81% en la generación eléctrica renovable y estima un 48% de energías limpias sobre el uso final en 7 años (el plan anterior fijaba un 42%). Además, el plan pretende superar el doble de su parque de generación en este mismo periodo.

Con las metas marcadas en el nuevo plan, la potencia renovable se verá incrementada en aproximadamente 105 GW en el periodo 2021-2023 y el total de capacidad renovable alcanzará los 160 GW, más del doble de los actuales 72 GW.

En eficiencia energética se mejora al 44%, frente al 41,7% del anterior PNIEC, y adquiere mayor protagonismo el autoconsumo (19 GW en 2030), motivado por los cambios normativos de los últimos años y por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

También se ha ampliado la presencia del almacenamiento energético hasta los 22 GW para poder integrar la cantidad de renovables en el sistema eléctrico.

Respecto a los gases renovables, en el nuevo plan también se han aumentado sus objetivos de producción, pasando de los 10,4 TWh que aparecían en la Hoja de Ruta del Biogás a 20 TWh.

Un aumento que, sin embargo, representa menos del 2% de biometano para sustituir la demanda de gas actual y no está alineado con los 35 bcm (8,5-10% de la demanda de gas natural europea) que fija el plan REPowerEU para toda la Unión Europea (UE) de cara a 2030.

 

Los gases renovables y su papel en la descarbonización de la economía

Los gases renovables adquieren un papel clave dentro del conjunto de las energías renovables por su capacidad para descarbonizar la economía en sectores de difícil electrificación como pueden ser la industria o el transporte pesado.

Dentro de los gases renovables, destaca el biogás por su protagonismo a corto y medio plazo, teniendo en cuenta el desarrollo de su tecnología ya madura, el potencial y los costes de producción.

La conversión de este biogás en biometano (upgrading) permite los mismos usos que el gas natural, empleando la misma infraestructura existente.

Esto facilita la sustitución del gas de origen fósil por esta alternativa renovable, resultando interesante para descarbonizar la demanda energética ligada a usos térmicos en la industria.

Además, la producción del biogás y biometano está vinculada a la gestión de los residuos orgánicos y a la economía circular, favoreciendo el desarrollo rural con la creación de empleos directos e indirectos y, por tanto, la vertebración del territorio.

En términos de reducción de emisiones, el biogás y el biometano no solo constituyen un combustible 100% renovable, sino que también permiten la reducción de emisiones no energéticas asociadas a la gestión de los residuos orgánicos, tales como residuos municipales, lodos de depuradora y residuos del sector agroalimentario.

Unos argumentos a tener en cuenta para el desarrollo de todo el potencial de estos gases renovables en España.

 

Las peticiones para un PNIEC más ambicioso que impulse al biometano

El sector gasista ha considerado la nueva propuesta del PNIEC como poco ambiciosa y se ha reclamado una serie de medidas que permitan un mayor aprovechamiento del potencial del biometano.

En este sentido, las alegaciones presentadas por la Asociación Española del Gas (Sedigas) tienen que ver con la necesidad de incorporar políticas tecnológicamente neutras y medidas para el aprovechamiento del potencial, tanto del biometano como del hidrógeno renovable. 

Para la asociación, las políticas públicas deben favorecer la creación de un entorno tecnológicamente neutro para las distintas fuentes de energía que permitan una competencia libre y económicamente eficiente entre tecnologías, favoreciendo así la libertad de elección del consumidor.

Por ello, se solicita que el nuevo PNIEC considere un enfoque más equilibrado que reconozca los beneficios y oportunidades que ofrecen todas las soluciones y fuentes de energía disponibles hoy en día.

Los objetivos propuestos por el nuevo plan respecto al biometano son poco ambiciosos y no reflejan el potencial estimado para España, en base a informes y estudios elaborados. Estos objetivos tampoco concuerdan con las medidas fijadas por Europa en el “Fit For 55” y el plan REPowerEU.

Ante esto, Sedigas propone el establecimiento de un objetivo de producción de biometano en la mezcla de gases para 2030 de, al menos, 35 TWh.

El biometano, como fuente de energía renovable no eléctrica, puede contribuir significativamente a alcanzar la descarbonización a un menor coste, especialmente mediante su inyección en la red gasista.

Esto último no está bien contemplado en el nuevo PNIEC, que da una valoración más positiva al consumo in-situ del biometano, respecto a su distribución a través de la amplia red gasista española.

La inyección del biometano en red supone una opción de consumo más eficiente al permitir su suministro a un mayor número de clientes, equilibrando la producción y demanda, y el aprovechamiento de las infraestructuras ya existentes. 

Como último punto de las alegaciones presentadas por Sedigas al nuevo PNIEC, considera la necesidad de aprovechar las ventajas del gas natural respecto a otros combustibles más contaminantes.

La asociación destaca la importancia de no desincentivar el uso del gas natural en el corto plazo como vector de descarbonización al desplazar a otros combustibles más contaminantes.

El gas natural actuaría como una solución inmediata y eficiente, durante el proceso de incorporación de los gases renovables y el avance hacia la consecución de los objetivos de descarbonización.

 

A la espera de ver cómo queda el nuevo PNIEC, el trabajo conjunto del Gobierno de España, gobiernos autonómicos y locales, agentes políticos, económicos y sociales, y otros grupos de interés, debe continuar para dar impulso al biometano como vector para la descarbonización, la seguridad energética y para favorecer una transición justa desde un punto de vista social y territorial.

 

 

Hoja de ruta gases renovables

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