La Unión Europea lleva más de 40 años potenciando sus políticas de protección del medio ambiente, uso racional de los recursos naturales y óptima gestión de los residuos, usando para ello todos los medios que ha ido teniendo a su alcance: recomendaciones, ayudas económicas, normativas, directivas, sanciones… Sin embargo, sus esfuerzos se están mostrando todavía insuficientes.
Las amenazas y el deterioro de la climatología y la naturaleza no cesan y, en el aspecto concreto de los residuos, los datos son alarmantes hoy en día: en conjunto, la Comunidad Europea genera cada años 2.000 millones de toneladas de residuos, de los que más de 40 millones son clasificados como peligrosos, y la cifra aumenta cada año en aproximadamente un 10%. Frente a este complicado panorama, la Unión Europea ha puesto en marcha en los últimos años una decidida estrategia para revertir definitivamente la situación.
Normativa Europea para plantas de biogás
La nueva Directiva Europea sobre Energías Renovables, Directiva 2018/2001, destaca entre otras cosas por potenciar y otorgar una gran importancia a la bioenergy (bioenergía), concepto que engloba las energías renovables generadas a partir de biomasa o materia orgánica, entre ellos el biogás y el biometano
Algunos de los puntos más destacables de esta nueva normativa común para los estados miembros de la Unión Europea son:
- Se trata de una normativa de carácter vinculante que fija unos objetivos concretos y ambiciosos: se establece para el año 2030 como fecha que tope al menos un 32% de la energía utilizada debe proceder de fuentes renovables, existiendo además con una cláusula de revisión al alza en 2023.
- Mayor despliegue de la movilidad eléctrica.
- Se incluye el objetivo de usar un del 3,5% para biocombustibles avanzados y biogás.
- Se potencia el acceso de biometano a la red de gas natural,
- Se facilita el comercio transfronterizo de biometano.
- Se potencia el uso del biogás y el biometano con el fin de alcanzar un ahorro de gases de efecto invernadero del 65% al 80% en comparación con los comparadores de combustibles fósiles.
Apoyo Europeo para las plantas de gestión de residuos
La Unión Europea es plenamente consciente de que, para poder desarrollar una adecuada gestión de residuos y potenciar la generación y uso de energías renovables, es imprescindible poner en marcha medidas fiscales, en forma de ayudas, subvenciones y facilidades de financiación.
En este sentido, la Comunidad garantiza sistemas de apoyo económico para los estados miembros procedentes tanto de fondos europeos como locales, dando autonomía para que cada país pueda establecer las ayudas y subvenciones que considere convenientes destinadas a la promoción del reciclaje, la reutilización de residuos y su transformación en bioenergía.
Asimismo, la Unión Europa da luz verde para organizar proyectos conjuntos entre varios Estados miembros y entre estos y terceros países, con el fin de generar electricidad o combustible procedentes de fuentes renovables, incentivando también la participación privada.
La producción de biogás y biometano a partir de residuos orgánicos es una de las actividades donde la Unión Europa está haciendo mayor hincapié y dotando de más apoyos y ayudas. El motivo es que una planta de generación de biogás aporta una doble ventaja: por un lado, permite la generación de energía limpia y renovable, respetuosa con el medio ambiente y procedente de recursos orgánicos ilimitados, Y por otro, evita tener que acumular residuos en vertederos, que en unos pocos años estarán prohibidos en Europa, al ser muy perjudiciales para la naturaleza y la personas por ser tóxicos y generar grandes cantidades de CO2 y otros gases de efecto invernado a la atmósfera.
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Normativa Europea para plantas de biogás
La normativa sobre gestión de residuos en la Unión Europea cambió notablemente con la publicación, en el año 2018, de varias Directivas sobre esta cuestión: la 2018/850, la 2018/851 y la Directiva de Energías Renovables, entre otras. Con esta nueva legislación, el organismo europeo trata de dar el empujón definitivo y potenciar las energías renovables, tal como queda de manifiesto en este texto: “La mayor utilización de energía procedente de fuentes renovables desempeña también un papel fundamental en el fomento de la seguridad del abastecimiento energético, el suministro de energía sostenible a precios asequibles, el desarrollo tecnológico y la innovación”.
Asimismo, estas directivas tratan de incentivar la generación de energías renovables por parte de pequeños productores. “Las instalaciones de pequeña escala pueden ser de gran utilidad para aumentar la aceptación pública y garantizar el desarrollo de proyectos de energía renovable, en particular a escala local”. La Unión Europea pone el acento en el biogás, tanto en el aspecto de promoción como normativo y regulación, citando explícitamente una “lista de materias primas para producir biocarburantes avanzados, otros biocarburantes y biogás y subproductos, residuos o desechos”.
¿Cómo adapto mi planta de residuos?
A continuación citamos algunos consejos para adaptar una planta de residuos orgánicos a los nuevos requerimientos europeos:
Cumplir con los requisitos de compostaje
Para ser adecuados para la generación de biogás y biometano, los residuos orgánicos deben cumplir con una serie de estrictos criterios de la normativa europea EN 13432 sobre compostabilidad industrial. Estos son los principales:
- El compost debe ser tratado y manipulado en la planta de compostaje a través de métodos que eviten su re contaminación.
- Todo el material deberá alcanzar los parámetros de tiempo y temperatura necesarios para conseguir su adecuada higienización.
Extremar la limpieza e higiene
Los contenedores, utensilios y recipientes que se usen en el tratamiento del material deben ser limpiados con productos de higiene específicos en zonas especialmente designadas para ello. Otro aspecto clave es llevar a cabo inspecciones periódicas para confirmar que se cumplen los protocolos de higiene.
Mantener las instalaciones y el equipo deberán mantenerse en un buen estado de conservación
Se deberá contar con un libro de registro para anotar de forma ordenada las revisiones y las acciones correctivas y preventivas que se llevan a cabo y con qué frecuencia.
Control plagas y parásitos
Es muy importante tomarse medidas preventivas de manera sistemática contra los roedores, los pájaros, los insectos y otros parásitos que puedan invadir la planta de reciclaje. Para ello hay que ponerse en marcha un plan de control de plagas serio y efectivo, que incluya análisis e inspecciones periódicas.
No descuidar el transporte
Las operaciones de transporte de los materiales deben realizarse según la normativa especificada para cada caso y siempre por agentes autorizados, con el fin de garantizar que todas las medidas de seguridad e higiene relacionadas con el proceso se cumplan escrupulosamente.
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